Con el aumento del parque automotriz nacional y, por ende, el alto tráfico que existe en las calles y las carreteras no es extraño que al momento de elegir la compra de un vehículo se opte por uno de transmisión automática que facilita la conducción.
Y es que la comodidad que brinda al conductor este sistema de marchas se ha vuelto un motivo relevante para transformarse en favorita por el usuario.
Sin embargo, desde hace bastante tiempo existe la idea que las cajas automáticas son complicadas y que requieren de bastantes cuidados.
No obstante, para no apurar la visita al mecánico y conseguir un mayor tiempo de vida y mejores prestaciones a continuación le entregamos tres simples consejos que le ayudarán a cumplir ese objetivo.
- Cambiar el aceite: La mayoría de los usuarios se preocupan de mantener al día los cambios de aceite del motor y el agua, pero se olvidan que también hay que estar atentos al lubricante de la transmisión. Este cambio se debe realizar al menos cada 20 mil kilómetros, ya que el constante paso de marchas contamina el aceite que engrasa y limpia los elementos que hacen funcionar la transmisión.
-Atentos a los sobrecalentamientos: Si esto sucede, hay que cambiar el aceite inmediatamente, ya que la alta temperatura es enemiga de este tipo de cajas de cambio.
-Revisiones oportunas: El auto debiese pasar, al menos, una vez al año por un chequeo. En ese momento hay que pedir al técnico que revise la transmisión ya que, como todas las piezas de un vehículo, el constante uso provoca desgaste.