La empresa Tesla vuelve a remecer el mercado automotriz al anunciar que para el 2018 producirá autos completamente autónomos que no requerirán de un conductor para llegar a sus destinos. Estos nuevos vehículos tendrán tecnología de punta capaz de competir con la actual oferta existente en el mundo automotor.
Elon Musk, consejero delegado de la firma, fue más allá y aclaró que el proyecto de Tesla no busca mejorar la actual performance de los pilotos automáticos. Dijo que más bien viene a concretar una verdadera conducción autónoma.
La idea, explicó, es dar el salto definitivo para que los conductores sean eliminados de la ecuación y no tengan que tomar el control del vehículo cuando este lo requiera, tal y como sucede en la actualidad.
El proyecto, anunciado con dos días de retraso, fue denominado como "hardware 2" y será aplicado a los futuros Tesla Model S y Model X que salgan de fábrica. Aún cuando no se actualizarán los que ya están en el mercado.
Como es de suponer este paquete de conducción autónoma también estará presente en el futuro Model 3 que pretende lanzar la compañía.
Según Musk, este nuevo sistema de conducción autónoma ha sido desarrollado íntegramente en la compañía sin la participación de terceros y funcionará sobre la base de un potente computador que procesará 40 veces más rápido la información que provendrá de ocho cámaras instaladas en el vehículo y cerca de una docena de sensores de ultrasonido que permitirá tener una visibilidad o cobertura de 360 grados con un alcance de 250 metros a la redonda.
A juicio del ejecutivo, el principal problema que podría tener este proyecto es conseguir la validación regulatoria requerida por la autoridad. No obstante, dijo estar esperanzado en llegar a buen puerto ya que este nuevo sistema operará con niveles de seguridad que duplican los existentes con una persona al volante.
Precisó que por ahora Tesla seguirá trabajando para mejorar este sistema y, de aquí a su lanzamiento, dotarlo de más y mejores sistemas de prevención a fin de reducir al máximo la posibilidad de errores.
