Exclusivo: Presidente de Porsche nos anticipa la propuesta digital de la marca

Oliver Blume ha sido presidente del Consejo Directivo de Porsche AG desde octubre de 2015. Su primer año en el trabajo se produjo durante una época de movimientos significativos: la industria automovilística en su totalidad enfrenta cambios a nivel mundial, pero Porsche parece no solo estar sobreviviendo a tales cambios, sino que además ha tomado el toro por las astas mostrando resultados sobresalientes.

—¿Cuáles son para usted los aspectos más importantes que se destacan en su primer año como presidente de Porsche AG?

“Han sido tiempos muy difíciles. Empecé con un equipo ejecutivo que en su mayor parte era completamente nuevo. Los lanzamientos al mercado del 718 Boxster y del 718 Cayman, del 911 R y del nuevo Panamera realmente han causado un gran revuelo, al igual que la decisión de poner al Mission E bajo producción en serie. Por el lado deportivo, el hecho de tener que defender nuestro título en las 24 Horas de Le Mans resultó ser una experiencia cargada de emociones. Y ahora con la presentación de la Estrategia de Porsche 2025, hemos fijado el rumbo de la próxima década. La creación de la subsidiaria Digital GmbH, en Ludwigsburg (Alemania) y el lanzamiento de nuestro laboratorio digital en Berlín también se encuentran entre las principales decisiones estratégicas que hemos tomado”.

—¿Cuál es la perspectiva para Porsche?

“Hay una serie de oportunidades concretas para nosotros, pero debemos ser coherentes en la capitalización de estas oportunidades. Actualmente, estamos realizando un acto de equilibrio: invirtiendo sumas considerables en futuros productos y en nuevas tecnologías y al mismo tiempo preservando nuestro elevado nivel de rentabilidad a largo plazo. Pero yo, sin embargo, mantengo la confianza de que en los próximos años vamos a continuar basándonos en el éxito empresarial que hemos construido para lograr un crecimiento moderado”.

—¿Cuál es la posición de Porsche en lo tecnológico y en términos de productos?

“En meses recientes se ha visto que hemos lanzado una serie de nuevos productos. Y eso es algo que debería persistir en los próximos años. Como ya lo hemos demostrado con el nuevo Panamera, con vistas al futuro vamos a poner un mayor énfasis en la combinación de innovaciones digitales y conceptos innovadores de manejar con la dinámica de conducción deportiva. A la vez, vamos a seguir deleitando a los aficionados de la marca mediante la entrega de autos deportivos clásicos, especialmente puristas”.

—El tema de la Estrategia 2025 es “El futuro del automóvil deportivo”. ¿Cuáles son los puntos centrales de esta estrategia?

“En el centro de la estrategia se encuentra nuestra futura gama de productos. El auto deportivo del futuro será una mezcla de la historia y los valores de Porsche con tecnologías innovadoras, pero que, al mismo tiempo, garantice la sostenibilidad. Para lograr esto, temas como la movilidad eléctrica, la digitalización y la conectividad jugarán un papel muy importante. Al abordar estos aspectos, vamos a hacer una contribución clave para la movilidad del futuro. Pero a pesar de todas estas innovaciones y cambios, una cosa permanece constante: Porsche es y seguirá siendo Porsche”.

—¿Cuáles características cree usted que van a definir la movilidad del futuro?

“Ya sabemos que las opciones tecnológicas disponibles para las demandas sociales basadas en la movilidad van a cambiar considerablemente en el futuro. Estamos preparándonos de manera muy especial para afrontar este hecho. Por ejemplo, ya comenzamos a desarrollar servicios innovadores centrados en torno al tema de la movilidad. Lo mismo es cierto en cuanto a la conducción autónoma. Un Porsche siempre será un auto que uno mismo desea conducir. La emotiva experiencia de conducción, que es tan característica de nuestra marca, es algo que siempre va a ser la base de nuestras acciones. Sin embargo, vamos a ofrecer muy pronto a nuestros clientes una serie de funciones con opciones individuales. Porsche y conducción autónoma no son una contradicción de términos. Si el cliente quiere hacer uso de las características particulares y convenientes que ofrece la conducción autónoma, estas funciones pueden ser una adición muy útil. Algunos ejemplos concretos incluyen el piloto durante congestión de tráfico y el ParkAssist. No obstante, tenemos en mente algunas otras ideas”.

—¿Qué oportunidades ve usted con respecto a la digitalización?

“Para nosotros, la digitalización no es un fin en sí mismo. Sin embargo, vamos a utilizar la digitalización en todos los ámbitos en los que aumente la eficacia de las funciones de los clientes o donde se hagan más fáciles los procesos. Al hacerlo, nos concentraremos en tres áreas principales. En primer lugar, todo lo relacionado con nuestros productos y servicios; en segundo lugar, nuestros clientes y la parte comercial, y en tercer lugar en la propia empresa. En mi opinión, el éxito depende en gran medida de si las tecnologías y los procesos digitales son sencillos e intuitivos en sus funciones y uso, y si aportan beneficios claros y reconocibles”.

—Usted dirige el grupo de “lujo/deporte” de la marca dentro del Grupo Volkswagen. ¿Cuál es la filosofía detrás de ese grupo? ¿Y dónde ve su potencial?

“Juntar las marcas Porsche, Bentley y Bugatti en un solo grupo ofrece numerosos beneficios recíprocos. Esas ventajas ya son evidentes en la fase de desarrollo. Nuestros nuevos kits y módulos forman la base de este proyecto. Por ejemplo, la plataforma MSB desarrollado por Porsche para el nuevo Panamera también será utilizada por Bentley de ahora en adelante. Esto crea efectos reales de sinergia, y en última instancia, reduce los costos. Sin embargo, la configuración modular de la plataforma todavía ofrece a los fabricantes la flexibilidad suficiente para garantizar la experiencia de conducción específica esperada de la marca en cuestión, sin compromiso alguno. Lo que es más, también podemos utilizar de manera conjunta iniciativas de calidad, equipo de producción, servicios financieros y procesos de ventas en el futuro. En términos de la gestión de las marcas, el requisito es el siguiente: las identidades específicas de las marcas deben conservarse; en todo lo que respecta al cliente, las tres marcas funcionan de forma independiente”.

— Su predecesor, Matthias Müller, es conocido por haber revitalizado la filosofía convencional de Porsche. ¿Cómo le gustaría ser conocido después de un año de ejercer el puesto de presidente del Consejo Directivo?

“Prefiero dejar que otras personas decidan sobre eso. Pienso en mí mismo como un jugador de equipo —uno con el valor de redefinir a Porsche a medida que las necesidades lo vayan exigiendo—. Mi objetivo es llevar el legado de Porsche hacia el futuro, en otras palabras, combinar el ADN clásico del automóvil deportivo con las nuevas posibilidades tecnológicas. De la forma que estamos abordando este proyecto, no puedo evadir la conclusión de que todo se trata de las personas; que tenemos que interactuar entre sí de una manera respetuosa y que Porsche debe asumir su responsabilidad hacia nuestra sociedad y hacia nuestro medio ambiente”.