El fundamento para que los vehículos lleven esa luz de detención está asociado a la historia del transporte.
El Mercurio
Desde niños y a nivel universal se nos enseña que el rojo anuncia peligro, detención y alerta. Pertenece a los colores primarios psicológicos y se ubica dentro de las tonalidades cálidas. A eso se suma que algunos lo definen como un tono que equivale a pasión y atracción. Es por eso que no debe extrañar que esté asociado a las señales de alerta de tránsito, como señaleticas y semáforos. Y, a la misma vez, a las luces de freno que llevan los automóviles.
Procedencia
El fundamento para que los vehículos lleven esa luz de detención está asociado a la historia del transporte. Comenzó en los trenes a inicios del 1800, donde se empezó a usar señales visuales para comunicarse en las vías. Por lo que utilizaban faros para establecer comunicación entre las estaciones, los trenes y empleados.
Hasta 1914 las luces de "go" y "stop" eran de color blanco y rojo, respectivamente. Sin embargo, en una ocasión ocurrió que uno de los faroles rojos cayó y emitió una luz blanca que desconcertó al chofer e hizo que siguiera de largo, provocando un accidente. Fue por eso que las reglas de tránsito de aquel entonces tuvieron que ser modificadas. En esa época ya existía el color amarillo asociado a la precaución, ya que era un intermedio entre el rojo y el blanco.
Con el paso de los años y la aparición del auto, aumentó el tráfico y fue más que necesario contar un sistema de comunicación entre vehículos. Fue allí cuando se comenzó a utilizar el mismo que se usaba en los ferrocarriles.
En la actualidad
Hoy el sistema de luces de los automóviles está normalizado por la Convención de Viena de Tráfico de 1949 y por la Convención de Tráfico de las Naciones Unidas de 1968, que fue modificada en 1971.
Claro que el uso de la tercera luz de freno viene de Estados Unidos de la década de los 70. Se generó a partir de un estudio de las distracciones de los conductores. Por entonces el psicólogo John Voevodsky, determinó necesaria que existiera.
Primero lo comprobó ubicando ese foco en algunos taxis para ver qué resultado arrojaba. Se descubrió que se disminuía en un 60% los choques por alcance traseros en comparación con los vehículos que no contaban con este sistema. En Estados Unidos es obligatoria desde 1986 y en Chile todos los autos cuentan con ella.