Así de sencillo, Chile es el primer mercado latinoamericano en ofrecer la nueva generación del Citroën C3, a pocas semanas de que el modelo fuera presentado a la prensa internacional en España y de que se estrenara en el Mundial del Automóvil de París en julio.
El modelo tiene un diseño que se olvida de las redondeces femeninas de la generación previa para concentra sus esfuerzos en conquistar un público más joven a fuerza de un diseño muy llamativo. Característico de su puesta en escena son los “airbumps”, esas superficies acolchonadas de la parte baja de las puertas destinadas a proteger al auto de golpes livianos en los estacionamientos y pequeños roces cotidianos.
Pero además, el modelo llega en una amplísima oferta de colores, que entre los de la carrocería y los del techo, forman un total de 27 combinaciones.
El interior es también un ejercicio de diseño, donde destaca una pantalla táctil de 7 pulgadas situada en el centro del panel frontal, montada en voladizo dando la impresión de que es un tablet. Los ejecutivos de Citroën señalan que respecto del C3 previo, el recién llegado tiene mejor insonorización, un habitáculo más ergonómico y amplio, así como una dotación de tecnología no solo más avanzada, sino también simple de usar.
Las maquinarias disponibles son dos. En gasolina se ofrece un motor de la gama PureTech de 1,2 litros y 82 caballos, que de acuerdo a Citroën tiene un rendimiento mixto de 18,7 km/l. En diésel se cuenta con un Blue HDi de 1,6 litros con 75 equinos de fuerza y 25,4 km/l de rendimiento mixto. Así, este modelo se transforma en el más eficiente de la gama Citroën hasta el momento.
En todos los casos la caja de cambios es manual de 5 marchas, aunque Citroën Chile está analizando la conveniencia de sumar una caja automática de 6 cambios, pero no hay una decisión de fecha al respecto.
La oferta del modelo en nuestro país se configura alrededor de cuatro versiones, dos por cada motor, con dos niveles de terminaciones: Feel y Shine.
El paquete Feel ofrece en seguridad 4 airbags, control de estabilidad electrónica, frenos ABS con repartidor electrónico de frenada (REF) y ayuda a la frenada de urgencia (AFU), asistente de partida en pendiente, detector de presión de neumáticos, neblineros y anclajes isofix.
Incluye la mencionada pantalla táctil de 7” a través de la cual se gestiona el sistema bluetooth y conectividad a Mirror Link y Apple CarPlay, aire acondicionado, control crucero, luces diurnas con ledes y llantas de aleación de 16”.
El paquete Shine agrega a lo anterior la combinación bitono de carrocería, otro par de airbags, sensor de retroceso con cámara, sensor de lluvia, encendido automático de luces, espejo retrovisor electrocromático, volante y pomo de palanca tapizado en cuero, climatizador automático, sistema de acceso sin llave con arranque manos libres, navegador, vidrios traseros tinteados.
Las variantes Shine también tienen un artilugio curioso: la ConnectedCam. Se trata de una cámara gran angular montada en el soporte del retrovisor interno que, enfocada hacia adelante, permite grabar 30 segundos antes y hasta 60 segundos después de algún incidente, como un impacto por ejemplo, y registrarlo en un celular gracias a una aplicación específica. Además, permite la geolocalización del incidente.
La gama de precios de lista parte en $9.890.000 y termina en $12.190.000. No obstante, en febrero debería legar una versión más de entrada, sin los airbumps, mientras que está en estudio una posible versión diésel de 100 caballos de fuerza.
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