La subsidiaria europea de Ford diseñó un traje de más de 17 kilos para simular el efecto de la resaca sobre los conductores. Todo bajo la premisa de que no solo es peligroso conducir bajo los efectos del alcohol, sino también en las horas posteriores.
El traje fue encargado por Ford al Instituto Meyer-Hentschel, y así lo describe su consejero delegado, Gundolf Meyer-Hentschel: "Para el traje de conducción con resaca hemos incluido unos auriculares que recrean la sensibilidad aumentada al sonido, así como las experiencias acústicas típicas de una migraña. Además, una pieza especial para la cabeza, junto con las gafas, simula la sensación de mareo y de dolor de cabeza".
Por su parte, el doctor Richard Stephens, profesor de Psicología de la Universidad Keele del Reino Unido, señaló que, "muy a menudo, la gente no se da cuenta hasta qué grado la resaca afecta las habilidades principales para hacer cualquier cosa".