A raíz del cambio climático y de que cada día existe mayor preocupación por el medio ambiente, es que en la industria automovilística cada día se van más amenazados los vehículos que funcionen con petróleo, ya que la preferencia de los fabricantes y de la población está inclinada a la apuesta por los motores eléctricos. De hecho, los fabricantes ya desarrollan prototipos para que luego se conviertan en vehículos de producción y así tenerlos como parte de su line up.
Este tema ha tomado tal importancia que los alcaldes de Ciudad de México, Madrid, París y Atenas se reunieron para acordar que a partir del 2025 se prohibirá el uso de los motores diésel.
Por otra parte, el 2016 los precios de las baterías de los modelos eléctricos habrían tenido un descenso de 35% en comparación con el año pasado, lo que haría que estos vehículos fuesen de mucho más fácil acceso para los automovilistas.
Bloomberg New Energy Finance (BNEF) realizó una evaluación sobre el mercado de los autos eléctricos que arrojó que en 2040 estos automóviles tendrán un valor menor a $14 millones (US$22.000), además de que el 35% de todos los vehículos en el mundo contarían con un enchufe.
Para un mundo más ecofriendly
Actualmente los automóviles eléctricos representan una décima parte del 1% del mercado global de autos, lo que demuestra que aún sigue siendo un vehículo extraño de encontrar en las calles. Sin embargo, Tesla, Nissan, Hyundai, entre otras marcas iniciarán la comercialización de estos modelos amigables con el medio ambiente y podrán llegar a tener un volumen de ventas mayor en el segmento que le corresponda.
Así ocurrió con el Tesla S que ha sido un éxito de ventas en la categoría de los sedanes grandes de lujo en Estados Unidos. De hecho, el año pasado las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 60% a nivel mundial.
Boomberg analizó que el crecimiento continuo será del orden de un 60%. Además, de que este mismo tipo de automóviles podría apartar un pedido de petróleo de 2 millones de barriles por día para el 2023.
Pero ¿qué es lo que realmente se necesita para que los automóviles eléctricos puedan surgir en todos los países y, de esta manera, abrirse mercado? Primero, los gobiernos deberían otorgar estímulos para disminuir los costos. Por otra parte, las marcas automotrices podrían aceptar límites de beneficios más bajos. Los automovilistas deberían tener conocimiento y asumir que los vehículos eléctricos son más costosos. Y por último, el valor de las baterías tiene que ser mucho más bajo con respecto a la actualidad.
Un aspecto que también se ha planteado en torno a este tema es: ¿de dónde vendrá la electricidad necesaria? Pues, el cálculo de Bloomberang es que para el 2040 los autos eléctricos gastarán 1.900 TWh (1.900.000.000.000 Kwh), que se asemeja al 10% de la electricidad producida por la población el 2015.
Algunas soluciones que podrían ser evaluadas son la energía eólica y solar, que pese a que aún no son masivas, ya existen varios que las utilizan. También fueron analizados los elementos con los que se hacen las piezas que componen las baterías. Por ejemplo, en 2030 los paquetes de batería usarían menos de 1% de las reservas de litio, níquel, manganeso y cobre, las que requerirán un 4% de cobalto a nivel global.
Para 2030 se espera que sean utilizadas nuevas fórmulas químicas para las baterías y así sus materiales sean reemplazados y así sus paquetes sean más livianos, reducidos y menos costosos.
¿Y tú qué opinas?