1.- Velocidad constante:
Tanto la práctica diaria como distintos estudios son categóricos: la aceleración y desaceleración continuas, sumado a maniobras bruscas gastan más combustible que lograr una velocidad más constante y maniobras suaves y progresivas.
2.- Cargar combustible en la noche o temprano durante el día:
Comprar combustible por la noche o temprano durante el día es otra de las soluciones que puede permitir reducir el consumo. Cuando la gasolina, por ejemplo, está más fría se encuentra en un estado más denso. Mientras más caliente esté, la densidad es menor y se recibe menos gasolina al cargar.
3.- Mantener las ventanas cerradas:
Manejar a una velocidad alta con las ventanas abajo, aumenta el consumo al provocar lo que se conoce como efecto de paracaídas. Este aumenta la resistencia aerodinámica del auto al chocar el aire con el parabrisas trasero. Cuanto mayor sea la resistencia, más consumo hay.
4.- Neumáticos bien inflados:
Mantener los neumáticos a la presión adecuada reducirá el consumo de combustible. Cuando las ruedas tienen baja presión tienden a oponer más resistencia al rodamiento, lo que causa que el motor tenga que esforzarse más, disminuyendo la eficiencia.
5.- Escoge la mejor ruta:
Escoger la mejor ruta con herramientas que optimizan el camino a tomar, puede ayudar a reducir los gastos en gasolina. Por ejemplo, un servicio de telemetría hace que se obtenga un trayecto planeado disminuyendo distancia, evitando tráfico, desvíos y optimización de ruta incluso antes de comenzar a viajar.