El fabricante alemán Mercedes-Benz se convirtió en 2016 en el número uno mundial de los automóviles de gama alta, superando a BMW, que lideraba este segmento desde 2005.
Mercedes-Benz, propiedad del grupo Daimler, se había puesto como meta alcanzar el liderazgo de este mercado en 2020, un objetivo que finalmente logró con cuatro años de antelación.
En 2016 la marca vendió 2,084 millones de vehículos, un aumento de 11,3% con respecto al año anterior. BMW quedó detrás, con 2,003 millones de coches vendidos, un aumento del 5,2% con respecto a 2015.
El tercer lugar en el sector del lujo fue para Audi, del grupo Volkswagen, con 1,87 millones de coches vendidos (+3,8% en un año).
“Desde 2013 Mercedes-Benz ha tenido un crecimiento de dos dígitos. Ahora es la primera marca premium en cuanto a ventas” se felicitó en un comunicado Ola Källenius, director de ventas de automóviles de Daimler.
El resultado se explica por un cambio de estrategia centrada en clientes jóvenes, con diseños nuevos donde destaca el impacto positivo de la nueva Clase A y una gama de 4x4 pensados para circular en la ciudad, entre las cuales destaca la Clase GLA, así como por los buenos resultados de venta en el mercado chino.
