La próxima vez que le pasen un parte por una razón que usted considere absurda, mejor golpéese el pecho con una piedra, porque en otros países hay leyes de tránsito que son para arrancarse el pelo.
Aquí va una selección de algunas de las más insólitas:
Comenzamos por Rusia, donde no se le vaya a ocurrir manejar su auto sucio porque lo van a partear. Para peor, la multa será más alta si la mugre impide ver bien la patente.
Y seguimos por Japón, donde es mala idea ir sobrio si el conductor está borracho. En tal caso van a multar al acompañante –y al conductor, obviamente-. Por lo tanto, si acompañas a un conductor japonés ebrio, mejor hay que tomarse unos tragos también. Por lo menos no habrá que pagar.
Ojo con Europa
Ahora nos vamos a Alemania, donde no se te ocurra sufrir la pana del tonto en plena autopista, porque te van a partear. Resulta que en general está prohibido detenerse en ellas sin una buena razón y quedarse sin bencina es una muy mala. Por eso se llama “pana del tonto”, por si no lo sabías.
En Dinamarca no se acepta la excusa de que no viste al perro del vecino o al mecánico porque estaban debajo del auto. No, porque tienes la obligación legal de mirar debajo del vehículo antes de iniciar la marcha.
Mientras, en Francia deben haber hecho los números y concluyeron que tanto “usar y botar” no sale a cuenta, así que es obligatorio que cada conductor lleve su propio alcoholímetro. Ya sabes, si te paran y te piden que soples, no te quedes esperando a que saquen el alcoholímetro. Esa parte es responsabilidad tuya.
Y ya que estamos en Europa, hay que mencionar una muy sagaz ley británica, que indica que no puedes conducir un auto a menos que estés en el asiento delantero. Eso por no mencionar que está prohibido conducir por la derecha.
En Luxemburgo todos los autos están obligados a tener limpiaparabrisas. Hasta ahí todo bien, pero lo curioso es que esta ley se aplica incluso a los vehículos que no tengan parabrisas.
Estados Unidos da para todo
En Estados Unidos, los legisladores de Alabama tuvieron un momento de inspiración cuando prohibieron conducir con los ojos vendados. Para salvar –un poco- la reputación intelectual de los creadores de esta ley, la leyenda cuenta que alguna vez un conductor decidió probar suerte y que tras ser detenido (o de haberse estrellado), alegó que “esto es un país libre y ninguna ley prohíbe conducir con los ojos tapados”.
El País del Norte da para todo, como se ve. Fíjense que en California está prohibido disparar desde un vehículo en movimiento. Incluso no se permite jugar a disparar. Pero el francotirador se salva si el blanco elegido es una ballena. Y en este mismo Estado, el ilegal saltar de un auto que vaya a más de 104 km/h. A 103 km/h puedes lanzarte sin problemas.
En Pennsylvania cualquier motociclista que se encuentre manejando en la noche por una ruta de campo, debe detenerse cada milla y lanzar un cohete bengala, esperar diez minutos para asegurarse de que el camino está limpio y entonces continuar. Por absurdo que parezca, parece que la idea es espantar al ganado y a los animales silvestres de los antiecológicos moteros.
Muchísimo menos considerados con la vida silvestre son los de Virginia Occidental, que tienen legalmente permitido comer animales atropellados en las carreteras.
No queda claro, en cambio, el objetivo de una ley de Massachusetts, donde los taxistas tienen terminantemente prohibido tener relaciones sexuales en los asientos delanteros de su auto mientras se encuentran cumpliendo con su jornada de trabajo. O sea, pueden tener tales relaciones en los asientos delanteros si están en el taxi de otro o si están fuera del horario de trabajo. Mejor, pueden hacerlo en el asiento trasero del taxi propio en horario de trabajo.
Si tuviste alguna mala experiencia en Rusia porque tu auto estaba sucio, no se te ocurra limpiarlo por ropa interior usada mientras estás en San Francisco. Sí, allá está prohibido limpiar el parabrisas con el calzoncillo que llevabas puesto. Claro, si estás en un lugar público. En tu casa sí se puede.
El paseo por las leyes de tránsito raras de Estados Unidos lo terminamos en Alaska. Allá, definitivamente no puedes llevar un perro amarrado a la parrilla en el techo de tu auto. Al parecer, los legisladores notaron que las bajas temperaturas invernales de ese Estado tienden a ser perjudiciales para estos animales. Queda la duda si esa era una práctica habitual antes de existir la ley.