Veinte años pasaron desde el lanzamiento del primer station wagon Volvo V90 Cross Country y la nueva generación de modelo, que está siendo presentado a la prensa mundial desde comienzos de 2017 y que llegará pronto a Chile en al menos cuatro versiones, con motores 2,0 a gasolina y diésel.
Y nada mejor que mostrarlo en uno de los ambientes más naturales para la marca sueca: el crudo invierno escandinavo, con sus temperaturas extremas que pueden legar a los 40 grados bajo cero en la zona norte del país.
Precisamente allí organizó Volvo una prueba de manejo extremo sobre hielo, que se realizó en el lago Andsjon, cerca de la pequeña ciudad de Östersund (558 km al norte de Estocolmo).
Como casi todos los lagos de esa región de Suecia, en la estación invernal permanecen congelados durante cuatro meses, con una capa de hielo de más de 60 centímetros de espesor, como era el caso del lago Andsjon.
Sobre ella se trazaron dos pistas concéntricas, separadas convenientemente para proteger a los participantes de los dos grupos de las pruebas, de modo que si alguno se salía del trayecto (la mayoría lo hicimos), no hubiera ninguna posibilidad de toparse con otro auto.
Aparte de esta medida de seguridad, había dos igualmente importantes: los autos deben estar separados por al menos 50 metros de distancia, y los pilotos no pueden acercarse a las orillas de algunas zonas del lago, pues la desembocadura de los ríos pueden alterar la profundidad del hielo, alterando la estricta seguridad que se garantiza en los tramos previamente definidos.
Lecciones empíricas
Además del adrenalínico juego de manejar sobre superficies de poquísima adherencia, donde ni siquiera el uso de neumáticos especiales dotados de clavos impide el deslizamiento del auto, resulta muy interesante observar con toda claridad los sistemas de seguridad activa de auto, especialmente del trabajo de los frenos ABS y de la repartición de torque a las ruedas con mejor agarre; del correcto uso del acelerador en la toma de las curvas para corregir el desplazamiento de cola del auto.
Sin embargo, las pruebas en hielo no son solo un divertimento, sino una forma de hacer ver a los futuros compradores las capacidades de este tipo de vehículos en escenarios de manejo difíciles. Y es que en Suecia y en muchos lugares del mundo, el hielo está presente también en las carreteras y utopistas de tráfico cotidiano.
Precisamente, antes de meternos al lago con el Volvo V90 Cross Country y los otros modelos disponibles para el ejercicio (XC90 T8 y V40) manejamos por la carretera Valleleden, que va desde Östersund hasta el lago y sigue hacia el aeropuerto, la que presentaba varios tramos que permanecen congelados durante todo el día.
Ese trayecto lo hicimos a bordo de un XC90 T8 híbrido, en el que resulta muy seguro el manejo, por cuanto la tracción AWD, con el motor térmico en el eje delantero y el eléctrico en las ruedas traseras permiten que en los sectores más críticos el vehículo se afirme muy bien y mantenga la trayectoria.
Resulta muy útil saber que el uso de los frenos es uno de los aspectos más importantes de saber en este tipo de superficies, pues deben evitarse los frenados violentos, pues aunque se disponga de ABS, la superficie helada produce un efecto de deslizamiento que puede ser imposible de controlar.
Como las velocidades permitidas son bajas, la conducción se hace más fácil. Y en este aspecto hay que destacar la conducta de los choferes, que en un 99% respetan las normas de circulación.
La experiencia de manejar sobre un lago congelado es única, pues permite errar sin mayores consecuencias, salvo en descontar puntos en la estadística personal de cada uno. La pista a seguir estaba marcada con conos de color rojo y al cabo de unas vueltas ya se aprende a trazar las trayectorias de entrada y salida y a intentar deslizarse de lado, como si el auto fuera sobre patines, y sin salirse de la curva.
La gran sorpresa de la jornada fue el manejo del V40, que por su reducido tamaño y peso con relación a los V90 y XC90 T8, es bastante fácil de dominar en ese tipo de superficie.
