En McLaren piensan que tantos millones de pájaros no pueden estar equivocados.
En cuestiones de aerodinámica automovilística, después de los alerones, los spoilers y el efecto suelo, vienen las plumas. Total, si a los pájaros les funcionan, a un McLaren 570 GT también.
Frente a esta lógica indiscutible, los ingenieros de la marca deportiva británica decidieron emplumar a uno de sus modelos más emblemáticos. Al parecer, las plumas –que al fin y al cabo son el resultado de millones de años de evolución en cuestiones de ligereza y aerodinámica- reducen la resistencia del aire y ahorran peso.
Y antes que los fanáticos ecologistas vayan a incendiar la sede de McLaren para vengar a los pájaros víctimas del despojo, hay que decir que se trata de plumas artificiales, 10.000 en total, las que fueron pegadas a mano, una por una en un trabajo que tardó 300 horas.
¿Saldrá a la venta semejante artefacto? Pues claro que no. Esta es otra de las bromas que las marcas de autos habían preparado para el día de los inocentes, que en muchos países se celebra el 1 de abril.