Camiones y el manejo con lluvia
Estamos en etapa de lluvia otoñal y el invierno está cada vez más cerca, lo que llevará -de seguro- a varias situaciones de manejo en escenarios adversos. El clima puede jugar una mala pasada a los conductores, así que daremos algunos consejos para facilitar la tarea en vehículos pesados.
Uno de los primeros efectos negativos de la lluvia es la reducción de visibilidad. Siempre depende del nivel de intensidad con el que llueva, pero cuando precipita, se unen distintos factores como la reducción drástica de luz natural debido a las "nubes negras", las cargadas con agua, que inciden en la capacidad del conductor. Este factor se suma al hecho que cuando el agua golpea el pavimento, tiende a dificultar aún más la visión que se tiene de la ruta.
Por ello, la primera recomendación es aumentar al doble la distancia de seguridad con el vehículo que llevamos delante, especialmente por que el tramo de frenado en condiciones normales se amplía significativamente con un pavimento mojado y, además, baja el dominio que se tiene de la máquina.
Hay que consignar que en un clima lluvioso no solo se limita la visión cercana producto del agua, sino que también se reduce la percepción del horizonte, factores que llevan a que la vista se canse más rápidamente.
Igual cosa ocurre con la concentración del conductor, por lo que no es un mal consejo aumentar el número de detenciones, las que -en promedio- deberían ser cada dos horas.
También debemos evitar manejar permanentemente detrás de otros vehículos grandes como camiones o buses, ya que con el tamaño de sus neumáticos proyectarán una mayor cantidad de agua hacia su parabrisas y generará mucha turbulencia reduciendo aún más su campo visual.
Estabilidad y agarre
El nivel de agarre de los neumáticos es otro factor a tener en cuenta en caso de lluvia. Extreme las precauciones debido a que su seguridad no sólo depende del estado en que estos se encuentren.
Si cae una cantidad de agua superior a la capacidad de evacuación que tienen nuestros neumáticos, podemos llegar a sufrir “aquaplaning”, patinando y pudiendo perder el control del camión. En estos casos, siempre hay que mantener la calma, dejar de acelerar y evitar hacer movimientos bruscos.
También es muy recomendable estar atentos a las condiciones de la carretera, ya que en momentos de lluvia si la calzada presenta un alto nivel de residuos y polvo puede formarse un barro que resulta muy resbaladizo y casi imperceptible a la visión del conductor. ¿Tienes otros consejos?