En la ruta El Coipo, del Cajón de Maipo, se realizó la presentación oficial de la segunda generación de la camioneta Foton FT-500 High Power, el robusto vehículo de trabajo de la marca china.
La ruta elegida corre en paralelo al antiguo gaseoducto que venía desde Argentina y presenta una escarpada superficie, con trepadas y descensos muy pronunciados, imposibles de acometer sin disponer de doble tracción, potencia y una alta cuota de torque.
De todo ello dispone esta versión 4x4 que probamos y que viene a buscar un espacio en un nicho de mercado en donde reinan las camionetas de procedencia coreana (SsangYong) y japonesa (Mitsubishi), que reúnen prestaciones y precios aproximados a este producto chino.
Con relación al modelo precedente (Foton Terracota), la nueva F-500 dio un salto cualitativo en términos de diseño, tanto en el exterior como el interior, los que se aprecian especialmente en el habitáculo, donde destaca un renovado tablero de instrumentos y la ubicación de los mandos, así como la calidad de los materiales usados. La estructura de los asientos también recibió un toque en la textura de las telas y los revestimientos de la puertas.
En el trabajo
Pero en un vehículo concebido para el trabajo pesado, sus capacidades para ello son las más valoradas.
Partiendo por la fuente de poder, la actualizada configuración del motor Turbo Diesel Cummins 2.8 litros permite un aumento de la potencia a 174 caballos y un torque de 370 Nm.
Este propulsor va asociado a una transmisión manual de 5 velocidades y próximamente entrará en proceso de homologación una caja de cambios automática de seis velocidades.
Con ello, la capacidad de carga es de 950 kilogramos, mientras que la de arrastre se eleva hasta las tres toneladas. El peso total del vehículo es de 2.975 kilos y su rendimiento homologado en el 3CV chileno (centro de Certificación Vehicular) es de 9 kilómetros por litro en la ciudad.
En terreno
En nuestra primera prueba de contacto, en la ruta asfaltada desde Santiago hasta el desvío al Toyo, la FT-500 nos pareció una camioneta como la gran mayoría de las de su segmento, es decir un andar medianamente suave (íbamos con 4 pasajeros de peso normal), en el que se nota el uso de eje rígido y suspensiones traseras de ballestas, que transmiten las sacudidas u ondulaciones del pavimento. Sin embargo, al enfrentar el rudo deslazamiento por las superficies irregulares, el trabajo general de los elementos de suspensión se adecuan muy bien a las condiciones del terreno y ofrecen una marcha confortable. Eso, sumado a la generosa entrega de torque del propulsor, proporcionan al conductor una gran sensación de seguridad en los desplazamientos más extremos.
Entre las ayudas al manejo usamos el asistente para partidas en pendientes, que permite disponer de unos segundos para que el vehículo no se vaya hacia atrás al soltar en embrague. En el otro sentido usamos el control de descenso, que permite enganchar en segunda o tercera velocidad y bajar sin usar el freno, ya que el motor hace la retención con gran precisión.
Una parte de las pruebas de manejo extremo la hicimos en una subida con un fuerte ángulo (+- 30 grados) y una superficie de cascajos sueltos y piedras de gran tamaño. El secreto para el conductor es subir en primera y a una velocidad constante. Con este sencillo método, la camioneta trepó sin problemas y guardando aún un resto de torque y potencia para mayor exigencia. Nuestra unidad de pruebas estaba equipada con neumáticos de calle, con aros de 17 pulgadas.
La FT-500 se ofrece en cuatro versiones, dos de ellas con tracción simple, desde $11.490.000, mientras que las versiones 4x4 (Luxury y Super Luxury) cuestan $13.490.000 y 15.490.000, respectivamente.