SHANGHAI.- La que podría ser una de las peores pesadillas de los futuros vehículos autónomos se volvió realidad, cuando expertos del Keen Security Lab de Shanghai lograron hackear un Tesla Model X. Aunque el modelo no es totalmente autónomo, esta experiencia vuelve a desnudar la mayor vulnerabilidad de las recientes tecnologías de movilidad.
Los investigadores chinos lograron acceder a los sistemas primarios del vehículo, que estaba equipado con un sistema de auto pilotaje activo. De esta manera demostraron que los Teslas, igual que la mayoría de los “autos inteligentes”, son susceptibles de ser intervenidos por terceros, violando sus sistemas de seguridad.
Los expertos de laboratorio Keen fueron capaces de abrir las puertas, modificar el comportamiento de las luces y activar los frenos, todo ello mientras accedían al sistema multimedia y de reproducción de música. Socarronamente señalaron que lograron “un espectáculo de navidad no autorizado”.
Para superar las barreras protectoras del Tesla, utilizaron un software malicioso que colaron a través del navegador del auto, a través de una conexión de datos móviles y wifi.
Afortunadamente los dueños de Tesla no tienen nada que temer, porque el hackeo buscaba precisamente dar con los puntos débiles del sistema, así que la gente de Elon Musk inmediatamente se dedicó a parcharlo.
De hecho, Tesla señaló que ninguno de sus clientes ha sido afectado en absoluto por el agujero de seguridad y que el riesgo para los clientes de estos problemas de seguridad es muy bajo y requiere material y conocimientos especiales para llevarlo a cabo.