FRANKFURT.- Mercedes-Benz ha iniciado una prueba de larga duración para avanzar en el desarrollo de vehículos de conducción autónoma, la que durará hasta enero de 2018, y que lo llevará por los cinco continentes para enfrentarse a escenarios reales y complejos de tránsito.
El punto de partida lo dio el presidente de la empresa automotriz, Dieter Zetsche, durante el Salón del Automóvil de Frankfurt.
El vehículo utilizado será un sedán Clase S, el cual deberá enfrentarse a "situaciones de tráfico complejas", aseguró.
Este proyecto, que la marca de la estrella ha denominado Intelligent World Drive, tiene como objetivo recabar información de cómo es el tráfico real en todo el mundo, para así poder adaptar la futura conducción autónoma a los hábitos de cada país.
En Alemania se estudiará el comportamiento de los conductores en las autopistas y en China el denso tráfico de la ciudad de Shanghai.
En Australia, en un recorrido entre Sydney y Melbourne que se hará en noviembre, se analizará el funcionamiento de los mapas de navegación de la empresa Here.
En Sudáfrica, en la región de Ciudad del Cabo, los ingenieros evaluarán en diciembre las peculiaridades específicas del país a la hora de plasmarlo en los mapas.
Finalmente, en enero, en Estados Unidos (primero en Los Ángeles y después en Las Vegas) la prueba se centrará en estudiar el comportamiento en tráfico denso urbano, así como en adelantamientos por el carril de la derecha en vías rápidas.
Mercedes-Benz también aprovechará para probar un prototipo de faro con la tecnología Digital Light, que es capaz de proyectar haces de luz para comunicarse con el entorno.