Estos son los motores de autos más raros inventados a lo largo de la historia

SANTIAGO.- Todos estamos más o menos acostumbrados a que los motores de los autos tengan cilindros en línea o en V, en número de dos o tres, hasta 12. Y es lógico porque la mayoría de los autos son “convencionales” desde ese punto de vista.

Pero de cuando en cuando, algunas marcas tienen su momento de locura y desarrollan motores excéntricos, a veces únicos. Aquí les contamos acerca de unos cuántos que se puede inscribir en la lista de los motores más raros del mundo.

Comenzamos con uno relativamente conocido porque propulsó a un modelo bastante conocido: el Volkswagen Passat con motor de 8 cilindros en W. Esta configuración es más típica cuando el motor tiene 12 ó 16 cilindros, pero a la marca alemana inventó uno de 8 para su sedán. Tenía 4 litros, desarrollaba 275 cv y era fruto de la unión de dos motores de cuatro cilindros en V. Salió a la venta en 2002, pero muy pocas unidades llegaron a la carreteras y rápidamente fue sustituido.

Este fue un caso único. A principios del siglo pasado, se dedicaba tanto a la industria automovilística como a la de motores aeronáuticos. Resulta que después de la Segunda Guerra Mundial, en Alemania había muchos motores de aviones y un grupo de personas intentaron hacer un auto de carreras con uno de ellos. El resultado fue Brutus, una bestia que básicamente constaba del enorme motor de avión de 1,8 metros de largo, 1,1 metros de alto y 510 kg. El motor V12 de 46 litros de BMW desarrollaba unos 500 cv y consumía alrededor de 1 litro por kilómetro.

El Lancia Thema 8.32 fue un espacioso sedán entre las décadas de los 80 y 90. El nombre correspondía al número de cilindros y a las válvulas, pues escondía bajo el capó una mecánica V8 de 3 litros de origen Ferrari que desarrollaba 215 cv. Aunque en el Ferrari 308 GTB iba colocado en posición central trasera, en este caso se adaptó al eje delantero.

Otra rareza del Grupo alemán. En los últimos años del siglo pasado, Volkswagen quiso desarrollar un motor V5 de 2,3 litros. El resultado fue un motor de configuración única que tenía unas dimensiones compactas, similares a las de un cuatro en línea. El 2,3 V5 desarrollaba 150 cv (posteriormente fue llevado hasta los 170 cv) y fue utilizado por el Golf GTI, Bora y Passat, además de saltar al Seat Toledo.

Se trata de un motor rotativo, inventado por el alemán Félix Wankel y patentado en 1929. Se utilizó por primera vez en un auto en la década de los 60 con el Mazda Cosmo Sport 110S. Destaca por su sencillez, pues no tiene pistones ni cilindros, ya que tiene uno o varios rotores que giran en una cámara ovalada. Fue utilizado por bastantes modelos de la marca japonesa, aunque se despidió de ellos en 2012, cuando dejó de producir el RX-8.

Aunque de forma fugaz, también existió un motor H16, una especie de unión de dos motores bóxer (cada uno con su cigüeñal) que comparten eje de transmisión. De esta forma se permitía unas dimensiones compactas y mejor aerodinámica, aunque su rendimiento era inferior. Fue utilizado por British Racing Motors (BRM) en su Fórmula 1, que incluso llegó a ganar el Grand Prix de Estados Unidos en 1966.

La marca sueca Koenigsegg es bien conocida por sus superdeportivos. Recientemente desarrollaron un motor, llamado FreeValve, que prescinde del árbol de levas y de la correa de distribución. El árbol de levas es un eje que gira para activar las válvulas a intervalos repetitivos. Aquí las válvulas son accionadas de forma individual y de manera independiente del resto mediante unos actuadores controladores electrónicamente. De esta manera se incrementa la potencia y la eficiencia considerablemente. El primero en llevarlo al mercado será el fabricante chino Qoros.