SANTIAGO.- Los vehículos autónomos son una realidad que se ve cada vez más cerca en el mundo. Son varios los fabricantes de automóviles que se han aventurado con esta tecnología e incluso ya se realizan pruebas en situaciones de conducción real. Sin embargo Rusia parece estar lejos de alcanzar este sueño futurista.
Así lo afirma Olga Uskova, ejecutiva de Cognitive Technologies, un fabricante de software ruso que se especializa en vehículos autónomos. Según aseguró al diario The Guardian, las condiciones climáticas rusas, sumado a los malos hábitos de los conductores, complican el arribo de esta tecnología.
“El ambiente en Rusia cambia constantemente. La nieve tapa las señales de tránsito, la lluvia golpea fuerte el parabrisa y el sol bloquea la visual”, explicó la experta al citado medio.
Los malos hábitos de los conductores, por otro lado, también dificultan la introducción de estos vehículos a Rusia. De hecho, en Moscú se producen en promedio 20 accidentes graves por día, cifra superior incluso a Estados Unidos.
Señales pequeñas y planificación carretera complican
La tecnología de la conducción autónoma en Rusia además debe sortear la extensión de las carreteras que se presentan en el país. Actualmente los vehículos sin conductor recorren distancias cortas y con poco tráfico.
En cuanto a las señales de tránsito, el científico informático de la Universidad Estatal de Arizona, Sami Mian, detalló otro problema que radica en que “son pequeñas y en Rusia se ven muy similares”.
"La principal diferencia son los números y las flechas, y un letrero de entrada a la ciudad puede parecer casi lo mismo que una señal de alto”, sentenció.