SANTIAGO.- Pese a lo que comúnmente se cree, no da lo mismo el octanaje de la bencina que se usa en el auto, y si bien muchos conductores optan por utilizar la de 93 octanos debido a su bajo costo, en comparación con la de 95 y 97, lo cierto es que esta práctica podría a la larga generar más de un desperfecto en el vehículo, además de impedir el máximo de sus prestaciones.
Expertos explican que el octanaje en la bencina (93, 95 y 97) es básicamente una escala que permite medir el poder antidetonante del combustible que le da el octano. Mientras más bajo sea, menos tiempo demorará la detonación durante la compresión de la mezcla aire/combustible en la cámara de combustión del motor.
Eso quiere decir que si su vehículo funciona con bencina de 95 o 97 octanos y lo carga con la de 93, lo más probable es que la detonación de la mezcla aire/combustible sea más rápida de lo que necesita el motor, lo que podría generar a corto o mediano plazo una serie desperfectos de la máquina.
Así lo aseguran, por ejemplo, desde Renault donde explican que usar un combustible con un octanaje inferior al que se recomienda desde fábrica podría hacer que el vehículo “presente fenómenos de detonación adelantada”, lo que con el paso del tiempo se traducirá en desperfectos.
Incluso, se indica que usar un octanaje mayor al recomendado tampoco es benéfico, ya que eso podría ayudar a la formación de “carbonilla en la cámara de combustión”, sin contar con el gasto innecesario de dinero al usar un combustible más caro.
De ahí que la recomendación es sencilla y apunta a usar siempre la gasolina recomendada por el fabricante del vehículo, que normalmente invierte mucho tiempo y dinero para establecer cuál es el octanaje ideal para sus modelos y así conseguir el máximo de sus prestaciones, además de extender la vida útil de su maquinaria.
Vale la pena consignar además que existen otros mitos relacionados con el octanaje y que los expertos se apresuran en desmentir. Por ejemplo, es falso que a mayor octanaje mayor potencia del vehículo. Básicamente la potencia del auto está relacionada con la compresión del motor y no con la capacidad antidetonante del combustible.
De la misma manera los especialistas aseguran que el octanaje de la bencina no tiene ninguna injerencia directa en el rendimiento final del vehículo y añaden que usar uno distinto al propuesto de fábrica lo único que genera es que el auto no opera en toda su capacidad y emita más gases contaminantes.