Bujías: Este componente trabaja en el sistema de encendido del vehículo y en los motores a gasolina deben reemplazarse en el tiempo que señala el fabricante. Cuando se nota que existe una falta de potencia en el auto o el consumo de combustible aumenta, es posible que el problema sea precisamente por las bujías que requieren ser sustituidas. Otro dato es que cuando una bujía funciona mal, es necesario cambiarlas todas para evitar futuros inconvenientes.
Filtro de aire: Es de suma importancia para filtrar todas las partículas de aire que entren al motor. De esta forma se impide el ingreso de polvo, tierra, hojas, mosquitos, entre otras partículas que pueden dañar el correcto funcionamiento. De ahí la necesidad de cambiarlo cuando sea necesario. En el caso de los motores a diésel se requiere una inspección más frecuente pues trabaja con mucho más flujo de aire.
Filtro de bencina: En este caso también actúa como barrera para que las impurezas no lleguen al circuito de inyección, bomba de presión o a los mismos inyectores. Por eso es que su cambio periódico, según el manual del fabricante, es preciso para alargar la vida útil del motor.
Limpieza de inyectores: Junto con cambiar los componentes antes descritos, es imperioso realizar una limpieza de los inyectores que con el paso de los kilómetros pueden presentar impurezas limitando su acción.
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