Al momento de comprar un auto 0 kilómetro se recomienda optar por una marca reconocida y con buen servicio de postventa. Ese solo hecho permitirá que al momento de querer vender el auto, este alcance un valor más alto que lo que podría pasar con vehículos de automotrices desconocidas o emergentes que, normalmente, presentan más problemas a la hora de buscar repuestos y servicios de mecánica certificados.
La distancia recorrida por un vehículo influye directamente en el valor de este durante su reventa. Siempre será más confiable y fácil de vender un auto con poco kilometraje que esté dentro de las garantías ofrecidas por la marca (por ejemplo 100 mil kilómetros o tres años de uso). De ahí que algunos recomiendan controlar el uso del vehículo y evitar recorridos cortos o viajes innecesarios. Esa sola acción le hará reducir sus gastos de combustible y no aumentará innecesariamente el kilometraje del auto, así como también el deterioro de sus amortiguadores, pastillas de freno y neumáticos, entre otros componentes.
En lo posible intente realizar todas las mantenciones que indica el fabricante y en lugares certificados de la marca. Esta sola acción sube considerablemente la tasación del vehículo durante su reventa, especialmente si se compara con otros autos que no han recibido igual atención.
Las alternativas más caras dentro de la gama de un mismo modelo suelen sufrir una depreciación mayor que los vehículos estándar. En el caso de elementos opcionales, los equipos de seguridad y confort tienden a mantener el valor proporcional en el auto pero no ocurre lo mismo con otros artículos estéticos como un determinado tipo de pintura o detalles extras en la carrocería como molduras cromadas o de otro color.
La falta de determinado sistema puede condicionar seriamente el precio de una futura venta del vehículo. Si el auto no tiene aire acondicionado o alza vidrios electrónicos, lo más probable es que su valor de reventa caiga significativamente aún cuando su motorización se encuentre en perfecto estado.
Normalmente el estado de conservación de un vehículo es fundamental a la hora de su reventa. De ahí que especialistas recomiendan siempre solucionar los problemas o detalles a la brevedad. Un simple rayón en la pintura del automóvil no es problema si se repara en el momento adecuado. Si se deja pasar mucho tiempo, este rayón puede generar la aparición de óxido y un deterioro mayor de la carrocería, factor que impactará en su precio en la reventa. Igual cosa ocurre con el interior. Es fundamental que butacas, tablero y otros componentes estén en excelente estado. Pese a ser solo una apreciación estética, mientras “más nuevo” se vea el interior mejor precio de reventa tendrá.
Hay colores o tonos que suelen tener mucha mejor reventa que otros y aumentar el valor del auto. Entre los más demandados están los colores neutrales o comunes que son, por ejemplo, el rojo, plata, blanco y negro.
No es extraño encontrarse con fanáticos de las tuercas que gustan hacerle modificaciones a los vehículos. Pese a que muchas veces se invierte mucho dinero en estas transformaciones, esto no es sinónimo de un alza en su valor de reventa. De hecho, un auto que fue sometido a un “tuning” normalmente pierde valor a menos que termine siendo una pieza de colección, pero lamentablemente no todos tienen el don del buen gusto.
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