SANTIAGO.- Definitivamente la empresa Uber entró en una crisis sin parangón luego que uno de sus vehículos de conducción autónoma atropellara y diera muerte a una mujer en el estado de Arizona el domingo 18 marzo pasado. Ahora, un informe reveló que esa tecnología desarrollada por la empresa de transporte ya había presentado problemas mucho antes del fatal accidente y que su competencia Waymo había logrado mejores avances en ese campo.
Pero eso no es todo, ya que durante la jornada de ayer miércoles renunció a su cargo Lior Ron, el co-fundador de Otto (empresa de camiones autónomos que Uber adquirió en 2016) y jefe de la División de Camiones Autónomos Uber Freight.
Si bien hasta ahora no existe una explicación oficial respecto de la dimisión del ejecutivo, la empresa aseguró que sigue interesada y entusiasmada con el futuro de Uber Freight, la plataforma con la que pretenden “transformar la industria del transporte por carretera".
Informe negativo
En tanto, los cuestionamientos a la empresa van en aumento luego que se revelaran nuevos antecedentes respecto de cómo se desarrolló el programa de autoconducción.
The New York Times publicó que el programa de vehículos autónomos de Uber ya había registrado deficiencias en sus autos de prueba mucho antes del fatal atropello y que estos habían sido minimizados gracias a la oportuna intervención de los conductores de seguridad que van detrás del volante y que pudieron evitar las colisiones.
Pero eso no es todo, ya que otra investigación dejó en evidencia que Uber redujo el número de sensores de seguridad en sus vehículos de prueba. Dichas herramientas son fundamentales para detectar todos los elementos que existen en la carretera y evitar así una colisión con estos.
La reducción de estos sensores, llamados LIDAR, se concretó cuando la firma decidió cambiar el modelo de auto utilizado para las pruebas de autoconducción, pasando del Ford Fusion sedán al SUV Volvo XC90.
El documento, publicado por Reuters, pone de relieve que la disminución de los LIDAR habría ocasionado que los vehículos de prueba (Volvo) tuvieran un punto ciego que no les permitía identificar algunos objetos de la carretera.
En el escrito se indica además que mientras la competencia utiliza entre cinco y seis radares en sus vehículos autónomos, los de Uber solo usan un sensor de 360°, lo que explicaría, al menos en parte, el fatal atropello de hace unos días.
Por lo pronto, esta teoría no ha sido confirmada oficialmente y se está a la espera del resultado de las indagaciones judiciales y pericias de especialistas.
Relaciones peligrosas
En otro ámbito, también se ha puesto en tela de juicio la relación entre el gobernador de Arizona, Doug Ducey, y la empresa Uber. Esto, luego que el periodico The Guardian revelara un set de correos electrónicos entre el funcionario público y la compañía.
En estos escritos queda en evidencia que el gobernador autorizó las pruebas de vehículos autónomos en las carreteras y avenidas públicas de Arizona en agosto de 2016, sin comunicar de esta decisión hasta ya avanzado el año 2017.
Se indica además que el entusiasmo de Ducey por ayudar al desarrollo de esta nueva tecnología con Uber no fue gratis, ya que la empresa tuvo que crear puestos de trabajo para el personal del gobernador en San Francisco y alabar su gestión públicamente, además de prometer más recursos y empleos para los habitantes del estado.
A cambio, Ducey ayudó a Uber a negociar con otros funcionarios en Arizona, emitió decretos que eran favorables a la compañía, tuiteó un anuncio a pedido de la empresa e incluso habría usado una camiseta con el logo de la compañía en un evento oficial.
No obstante, todo indica que esta estrecha relación quedó en nada cuando sorpresivamente el gobernador resolvió quitar el permiso de Uber para probar sus vehículos autónomos en condiciones normales de tráfico tras el fatal atropello de este mes.