SANTIAGO.- En el marco del apoyo entregado por el gobierno a la iniciativa para disminuir la velocidad en zonas urbanas de 60 a 50 km/h, la ministra de Transportes Gloria Hutt anunció la reposición del proyecto que crea el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI) y que busca detectar y sancionar a quienes exceden el límite de velocidad gracias a cámaras instaladas en puntos específicos de la ciudad.
“A nuestro juicio reducir la velocidad solamente sin un mecanismo de control, no produce los efectos que todos queremos, que es una reducción significativa en las muertes asociadas a la velocidad”, dijo este jueves la secretaria de Estado.
Sobre lo mismo agregó que “es una nueva institucionalidad del conductor. Queremos que la gente tome conciencia real de lo que significa exceder los límites de velocidad (…) Nuestro objetivo no es sorprender a la gente”.
Por ahora se pretende que la fiscalización solo se limite al exceso de velocidad, pero la ministra no descartó que “en la medida que la tecnología lo permita podemos fiscalizar otras infracciones”.
La iniciativa entrará al Congreso como proyecto de ley con urgencia simple, según confirmó Hutt.
Diferencias con los fotorradares
Aunque el sistema propuesto por el gobierno tiene similitudes con los antiguos y polémicos fotorradares, el nuevo secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, Luis Alberto Stuven, se encargó de recalcar las diferencias entre ambos.
“Estos radares estarán sumamente señalizados. Lo que queremos es evitar los fotorradares cazabobos. Buscamos que la gente tome precaución al momento de manejar”, sostuvo.
En primera instancia serán 11 los sectores, entre urbanos e interurbanos, en los que se instalarán estas cámaras. “Los puntos negros que generan más fallecidos por accidentes de tránsito están identificados y allí serán ubicadas”, añadió el funcionario.
Complementó que esos sectores “están definidos con un criterio técnico y con eso queremos evitar que estos radares se transformen en cajas recaudadoras de los municipios”. De todas formas, parte de los recursos caerá al fondo común municipal.
De esta forma, Stuven concordó con la ministra y aseguró que “lo que queremos es que la gente tome conciencia y evite que sea sancionada. Queremos prevención, educación vial y si estos elementos no funcionan se llega a una sanción” con estas cámaras.
Un sistema “justo y preciso”
En tanto, el vocero del Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, valoró la iniciativa afirmando que CATI “está probado en varias partes del mundo y es un sistema muy eficiente, justo con el tema de la fiscalización y de mucha precisión”.
Escobar también subrayó que el perfil del conductor chileno es “muy violento”, pero “hay estudios que señalan que hay conductores que sí están de acuerdo con este tipo de fiscalizaciones para morigerar la conducta vial”.
También aseguró que esto se puede expandir a varias ciudades del país, sobre todo las que presentan un grado similar de accidentes vehiculares.