SANTIAGO.- El presidente de la junta directiva de la automotriz alemana Audi, Rupert Stadler, reconoció haber cometido errores tras las recientes sospechas que apuntan a que la compañía utilizó trucos ilegales para manipular las emisiones de los gases altamente contaminantes en lo que la prensa internacional ya califica como un nuevo “dieselgate”.
“El error de trabajo en nuestro departamento es serio pero no se trata de una nueva manipulación de software", señaló el alto ejecutivo.
Sobre el mismo tema, Stadler agregó que “se omitió la eliminación de un módulo de software en el control del motor de los modelos A6 y A7 que van a dejar de producirse. Uno se pregunta por qué este error se ha descubierto ahora”.
El fabricante, filial del gigante automovilístico Volkswagen, detectó el fallo la semana pasada y lo comunicó a la Oficina Federal de Vehículos Motorizados de Alemania (KBA), un organismo dependiente del Ministerio de Transporte germano que este martes comunicó que había citado a la empresa para que ofrezca explicaciones al respecto. Además, Audi anunció que paralizaba la entrega de estos modelos.
Esta no es la primera vez que la empresa se ve salpicada por irregularidades relacionadas con la manipulación de motores diésel. A mediados del año pasado, la KBA ya obligó a Audi a retirar el software ilegal que la automotriz instaló en 24.000 de sus vehículos con el objetivo de manipular las emisiones de gases contaminantes. "La crisis del diésel todavía no ha terminado para nosotros", recalcó Stadler ante los accionistas.
Audi y Volkswagen ya pagaron en Estados Unidos una indemnización millonaria por haber instalado un software, ilegal en ese país, en unos 83.000 vehículos con motores diésel. Con ese software se conseguían valores más bajos de emisión de gases contaminantes.
En Alemania la imagen de los automóviles diésel pasa por su peor momento. Su mala fama no se debe solo al escándalo de manipulación, sino también a que numerosas ciudades están estudiando prohibir la circulación de estos vehículos, que emiten una gran cantidad de gases.