Ultrasonido: Este tipo de sensores funcionan como el mecanismo de los murciélagos o delfines, es decir, emiten ondas al entorno que impactan con los objetos y avisan al vehículo de los obstáculos que se aproximan y a qué distancian se encuentran. No obstante este sistema funciona de mejor manera a velocidades reducidas y con objetos cercanos, de ahí que su uso sea más óptimo, por ejemplo, cuando un vehículo tiene la capacidad de estacionarse por sí mismo.
Cámaras: Los vehículos autónomos cuentan con varias cámaras instaladas en toda carrocería para actuar como los ojos del coche. Estos dispositivos permiten estudiar todo lo que rodea al auto y crear imágenes en tres dimensiones con todo lo que eso conlleva: líneas de carretera, señales de tránsito, obstáculos, etc. Las cámaras son un apoyo fundamental al resto de los sensores que exhiben los vehículos, por eso las empresas no escatiman en su uso. El Tesla Model 3, por ejemplo, dispone de ocho cámaras en total, tres delanteras y cinco alrededor de todo el auto.
Radares: Hace poco Hyundai anunció que invertirá en la compañía estadounidense Metawave para producir radares inteligentes que podrían utilizarse en sus vehículos autónomos. Ese hecho demuestra la importancia de este tipo de sistema que, al igual que los anteriores, le entrega al vehículo un panorama completo de lo que ocurre a su alrededor. Esta herramienta es utilizada, por ejemplo, en barcos y aviones que emiten ondas electromagnéticas. Al igual que el ultrasonido, cuando estas ondas chocan con objetos, revelan su posición exacta y la velocidad a la que se aproxima. Según señalan expertos, las cámaras y el Lidar tienen limitaciones de alcance y dependen de las condiciones meteorológicas, pero el radar logra operar a mayores distancias y bajo cualquier condición. Eso sí, de todas formas presentan algunas limitaciones como falta de resolución para diferenciar los objetos.
Lidar: Es uno de los sistemas más conocidos, más caro y más completo que pueden utilizar los fabricantes de vehículos autónomos en la actualidad. En palabras simples, se trata de un foco “emisor de haces de rayos infrarrojos y de un lente receptor infrarrojo capaz de ver esos mismos haces láser”, explica la prensa internacional. Estos dispositivos por lo general se ubican sobre el vehículo y giran en 360 grados para captar el entorno completo del coche. Los rayos láser rebotan en los objetos y posteriormente los capta el foco. La diferencia con el ultrasonido es que Lidar emite rayos de luz, no ondas acústicas. Gracias a estos rayos el sistema Lidar crea una imagen tridimensional con todos los obstáculos alrededor e incluso realiza el trazado de cómo se desplazan.
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