SANTIAGO.- Tal como ocurre con las empresas automotrices que año a año van destinando más esfuerzos por generar productos que respondan a las demandas medioambientales de la población, otras empresas ligadas a la industria hacen lo propio. Tal es el caso de los fabricantes de neumáticos que además de intentar entregar la máxima calidad y desempeño en sus productos, avanzan para que estos sean cada vez menos nocivos al entorno.
Por ejemplo, Goodyear Tire & Rubber Company han desarrollado interesantes innovaciones en el último tiempo que ayudan en este sentido y permiten darle una mirada “verde” a la movilidad del futuro.
Entre estas iniciativas sobresalen los neumáticos fabricados en base a aceite de soya, un derivado natural y saludable que mejora el desempeño de este en pavimento seco, mojado y en condiciones invernales, ya que se adapta mejor a las temperaturas cambiantes.
Otro elemento natural utilizado por Goodyear para la confección de sus productos es, aunque no lo crea, la cáscara de arroz. La empresa creó una innovadora banda de rodadura con sílica extraída de la cáscara del arroz, que permite el ahorro de combustible y un estimado de un 30% menos de energía comparado con el proceso para extraer sílica de la arena.
Otro avance que va en la línea de tener un medio ambiente libre de contaminación es el FuelMax, el que está a la vanguardia de la reducción del CO2, permitiendo optimizar la resistencia del neumático al rodar y frenar sobre mojado, lo que se traduce en que camiones y flotas puedan reducir su consumo de combustible y, por consiguiente, reducir las emisiones de CO2.
Por último, Goodyear ha querido ir más allá y presentó el Concepto Oxygene, un prototipo del neumático del futuro y que cuenta con musgos vivos creciendo dentro de la pared lateral, la cual, gracias a su estructura abierta y diseño inteligente de la banda de rodamiento absorbe y hace circular la humedad y el agua de la superficie de la carretera, a la vez que permite la fotosíntesis y, por lo tanto, la liberación de oxígeno al aire.
Por su parte, Michelin también se ha concentrado en la generación de nuevos productos que respeten cada vez más el medio ambiente. Es así como su centro de investigación y desarrollo trabajan en dar con un neumático que opere sin aire y que pueda ser fabricado en impresoras 3D con materiales biodegradables.
El proyecto fue llamado “Vision” y se presentó el primer semestre de 2017 como respuesta a las demandas sociales por tecnologías amigables con el medio ambiente.
“Vision” es un adelanto de cómo la empresa visualiza las ruedas en un futuro no tan lejano. No solo serán impresas en 3D, sino que podrán ser reparadas o adaptadas para cualquier terreno o condición medioambiental, con la misma tecnología 3D.
Las llantas estarían hechas con elementos como gomas naturales, bambú, papel, latas, madera, residuos electrónicos y plásticos, ropa o incluso cáscaras de naranjas. Por el momento, Michelin ha sido cauto en informar que todavía se encuentran en el desarrollo de esta tecnología, de la mano de varios socios, y prevé que la producción de estos neumáticos podría iniciarse en 2023.