SANTIAGO.- A fines de 2017 el entonces gobierno de Michelle Bachelet sumó los dos primeros buses totalmente eléctricos a la flota del Transantiago en los recorridos 516 y 315e, en lo que sería el puntapié inicial a una nueva política de energías limpias buscando ponerse a tono con la tendencia mundial, aunque aún muy lejos de las grandes potencias como Noruega o Inglaterra.
Hoy, a meses del funcionamiento de los modelos
BYD K9 y Yutong ZK 6128, los pasajeros evaluaron con una nota 6,3 promedio el servicio, destacando su
alto nivel de tecnología y comodidad según la
primera encuesta de buses eléctricos realizada por el Ministerio de Transportes. Pero ¿cómo son y qué ofrecen estas nuevas alternativas en el sistema de transporte santiaguino?
Buses modernos para adaptarse a la era tecnológica
Uno de los puntos más valorados por los encuestados fue la comodidad de las máquinas la que se refleja en sus asientos acolchados, cuyo número varía dependiendo del modelo de bus (ambos pueden llevar a 85 pasajeros sentados y de pie); además del aire acondicionado, un piso más bajo y un mayor espacio interior. También destaca su buena iluminación y la ausencia de ruido característica de los vehículos eléctricos.
Pero para adaptarse a la era tecnológica estos buses también vienen equipados con puertos USB que permiten recargar los smartphone durante el viaje. Además ofrecen rampa automática, inclinación lateral y cámaras de movimiento y de cobertura en puertas para mayor seguridad.
Al respecto, el gerente División Buses del Grupo Gildemeister, Cristián Pérez, explicó la nota obtenida "es un reflejo de las ganas que tiene el usuario en tener un transporte de calidad" y no seguir con buses que tienen al menos 15 años de retraso en este ámbito.
Añadió que en la actualidad los nuevos buses eléctricos, además de contribuir con el cuidado del medio ambiente, tiene como prioridad entregar la mayor comodidad posible al usuario.
"El bus nuestro que está operando con la empresa Vule tiene cerca de 33 mil kilómetros recorridos aproximadamente. Ese bus no ha sufrido ningún desmán, ningún destrozo, porque la misma gente siente que se está subiendo a un bus de calidad que le presta un servicio, entonces la misma gente lo está cuidando, creo que eso ya es un buen indicio", reveló el ejecutivo.
Diferencia técnicas con los buses a combustión interna
Sin embargo, el énfasis principal de las autoridades que buscan implementar con fuerza la electromovilidad también está en la capacidad de estos buses para reducir los niveles de contaminación en Santiago.
Y en este punto los buses eléctricos que entraron en funcionamiento el año pasado llevan la delantera porque en un año de recorrido dejan de emitir alrededor de 15 toneladas de CO2 en comparación con las máquinas a combustión interna.
Si bien su precio de compra está por sobre un bus convencional, lo cierto es que sus costos operacionales son bastante menores a las actuales máquinas del Transantiago.
"En términos bastante fáciles y sencillos. Si tu gastas hoy día 100 pesos en mantención en un bus diésel, en un bus eléctrico sólo gastas 30 pesos. Tienes el 70% de ahorro más o menos. Si tu gastas 100 pesos en el consumo de diésel (...) en un eléctrico estas en el orden de 30 a 35 pesos para moverlo en el mismo trayecto", señala el gerente de Gildemeister.
Dependiendo del modelo, los buses eléctricos necesitan entre dos y cinco horas para completar su carga lo que supone un costo que no superaría los 40 mil pesos. En tanto, su mantenimiento se reduce significativamente ya que los eléctricos casi no utilizan fluidos, como líquidos y aceites, y sus baterías no requieren mantenimiento.
Un bus eléctrico cuesta alrededor del doble que uno convencional, es decir, aproximadamente 500 mil dólares.
Proyecciones del gobierno de Sebastián Piñera
Desde su arribo al gobierno, Sebastián Piñera se comprometió con una política energética potente en lo que denominó la Ruta Energética 2018-2022. En ella se busca avanzar “decididamente en el desarrollo de la electromovilidad en Chile, de manera que al 2022 contemos con al menos 10 veces más vehículos eléctricos en nuestras calles”.
“En esta línea, trabajaremos para disponer de las regulaciones y requerimientos necesarios de estandarización de componentes que favorezcan un desarrollo seguro, sostenible y eficiente de la electromovilidad. Por ejemplo, el establecimiento de normas de seguridad de infraestructura de cargadores, interoperabilidad de los sistemas de carga y sistemas de comunicaciones asociados, entre otro”, resalta la propuesta.
Ese compromiso va en línea con los planes de la ministra de Transportes, Gloria Hutt, quien espera alcanzar de aquí a fines del 2018 un parque de 200 buses eléctricos para el Transantiago lo que vendría incluido en la próxima licitación, y las proyecciones de la industria es tener una flota cercana a las mil unidades dentro del próximo quinquenio.
De hecho, Enel ya compró 100 buses con esta tecnología los que serán destinados para el corredor Grecia, mientras que el corredor Vicuña Mackenna sumará 25 máquinas cero emisiones adicionales, según indicó el Ministerio de Energía.