No existe nada más distintivo de un auto recién salido de fábrica que ese inconfundible aroma que llamamos “olor a nuevo”. Lo que quizá no esté enterado es que esa agradable fragancia no es al azar, sino que responde a un trabajo planificado donde se involucraron personas expertas en química para dar con el aroma más adecuado a cada modelo. También existe el sommelier, quien con un olfato privilegiado debe participar de alrededor 400 test olfativos al año y donde el vehículo es incluso sometido a altas temperaturas (sobre los 60°C.) para ver que olor desprende en esas condiciones. Como requisito esta persona no puede usar perfume o desodorante durante el periodo de análisis para no alterar las pruebas.
Esta profesión también se da más en las marcas dedicadas a construir autos de alta gama y lujosos donde normalmente se emplean maderas finas que exige el trabajo de expertos carpinteros y ebanistas que se encargan de seleccionar y dar forma a los revestimientos que extremarán la elegancia de los autos. Generalmente usan las raíces de árboles porque tienen más vetas y nudos que permiten texturas más refinadas. Se preocupan incluso de que las vetas de un lado del auto sean lo más parecidas que se pueda a las del otro.
Son profesionales especializados en poner a prueba las butacas y asientos que serán instalados en los nuevos modelos de cada marca automotriz. Además son los llamados a encontrar las mejores soluciones a las nuevas demandas que nacen del equipo de diseño o de los propios clientes. Someten a evaluación además los materiales con los que serán confeccionados estos elementos como tejidos, cueros, espumas y costuras. Aunque usted no lo crea, estas personas llegan a sentarse más de 20 mil veces en un asiento, sólo para confirmar que todo funciona a la perfección.
Hasta hace unos años no todo el mundo sabía de la importancia de un buen costurero en la industria automotriz. No obstante, hoy en día no pocos saben que este profesional cumple un rol fundamental hilvanando a mano los patrones de la tapicería de un auto personalizado o de alta gama. Es quien además se debe preocupar que los colores de las costuras y el material de las butacas combinen a la perfección. Hay quienes deben realizar más de 30 metros de costura para tapizar un vehículo completo.
Son los encargados de fabricar con sus manos y en arcilla reproducciones a tamaño real de los modelos de autos que meses después saldrán de la cadena de ensamblaje. Para hacer tales reproducciones necesitan alrededor de 2 mil 500 kilos de greda y unas mil horas hombre de trabajo. Sus figuras a tamaño real son llamadas clay models y tienen como objetivo permitir que los involucrados en el proyecto puedan ver y revisar las formas del auto antes que este sea ingresado a la línea de producción.
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