SANTIAGO.- Para nadie es un secreto que cada vez es más difícil organizar los tradicionales salones del automóvil, también conocidos como auto show, debido a la reticencia de las grandes y pequeñas marcas por participar de estos eventos que se realizan desde hace más de medio siglo en distintas ciudades del mundo. De hecho, ahora el presidente de Volkswagen, Herbert Diess, manifestó que a su juicio el circuito de estos grandes encuentros ha muerto.
El alto ejecutivo explicó que si los añejos salones del automóvil quieren sobrevivir deberán sufrir grandes cambios en su oferta y acercarse al formato que actualmente tienen los festivales y eventos dinámicos tal como lo hace Goodwood Festival of Speed.
Dijo que si estos tradicionales encuentros automotrices (como el de Detroit, Ginebra, París, Frankfurt y Tokio, entre otros) quieren permanecer en el tiempo no solo deberán imitar las entretenidas atmósferas de los actuales festivales, sino también su amplio menú de actividades y eventos fuera de los recintos de exposición.
Las exhibiciones de autos “son un producto de la década de 1960 y ya no son tan relevantes. No están entregando lo que queremos y no están entregando lo que los compradores desean", dijo Diess al analizar el futuro de los “auto show”.
Sin ir más lejos la última víctima de este poco respaldo fue el salón del automóvil de Detroit que por este año se realizó en el mes de enero abriendo la temporada de eventos tuerca.
Para la convocatoria de 2019 Audi, BMW y Mercedes Benz anunciaron que no asistirían a la cita tomando el mismo camino que otras importantes marcas como Mazda, Mini, Volvo, Porsche, Mitsubishi, Jaguar y Land Rover.
De ahí que sus organizadores ya confirmaron que para el 2020 dejarán el frío de enero para realizar el salón durante junio cuando hay un clima más benigno para el público.
Además también se trabaja en un rediseño de la exposición que ahora tendrá exhibiciones al aire libre, debuts "dinámicos", paseos, conciertos y más. Incluso se estudia la posibilidad de asociarlo al Gran Premio de Detroit para terminar con un festival de fuegos artificiales.