SANTIAGO.- El gigante automotriz Volkswagen nuevamente se ve envuelto en una polémica con respecto a las normas anticontaminación luego que asegurara que la escasez de ingenieros está obstaculizando los esfuerzos para que sus automóviles cumplan las nuevas medidas que comienzan a regir desde el 1 de septiembre en Europa.
Según señaló la empresa, es esa la razón por la que miles de sus autos no han sido adaptados para cumplir las nuevas normativas complicando de paso sus perspectivas de ventas y eclipsando un fuerte aumento de las ganancias operativas estructurales.
Lo cierto es que la marca ha visto partir a una gran cantidad de expertos en motores desde que admitió haber manipulado sistemáticamente las pruebas de emisiones en el año 2015 en el denominado Dieselgate.
“Se ha perdido experiencia en el desarrollo de motores”, dijo el presidente ejecutivo de la empresa, Herbert Diess al explicar que se ha hecho mucho más difícil lograr la certificación de los motores para uso en carretera bajo un nuevo procedimiento de pruebas de vehículos ligeros a nivel mundial, conocido como WLTP, que entrará en vigencia a partir de septiembre.
En una conferencia de prensa realizada este miércoles para analizar los resultados del segundo trimestre, Diess dijo que el cambio en el procedimiento de pruebas WLTP plantea "el mayor riesgo en los volumen y ganancias para Volkswagen".
La marca ha estado en la palestra durante las últimas semanas porque ha debido arrendar miles de estacionamientos para guardar sus autos que no ha podido vender debido a las nuevas normas europeas que comenzarán a regir en septiembre.
Esto ha recordado los famosos “cementerios de autos” que tiene la marca y que corresponden a los miles de vehículos que tuvo que recomprar o no se pudieron vender luego que estallara el caso del Dieselgate.