SANTIAGO.- El ex presidente de Audi, Rupert Stadler, sufrió un nuevo revés en el caso del Dieselgate luego que un tribunal de Munich rechazara este lunes su apelación por lo que deberá continuar bajo la prisión preventiva.
Desde junio Stadler se encuentra bajo sospecha de tener vínculos con el fraude de manipulaciones de Volkswagen que se destapó el año 2015.
El ex ejecutivo es acusado de no haber actuado pese a tener conocimiento del hecho que involucró a millones de vehículos, según publica Europa Press.
Se trata de la primera detención de un presidente de las compañías automovilísticas que forman el grupo Volkswagen.
El mismo medio indica que Stadler también está acusado de intentar influir en las declaraciones de uno de los testigos del caso.
El escándalo del "dieselgate" estalló en septiembre de 2015, cuando la agencia estadounidense de medioambiente, la EPA, acusó a Volkswagen de haber equipado 11 millones de sus vehículos diésel, unos 600.000 de ellos en Estados Unidos, con un dispositivo capaz de falsificar el resultado de las pruebas anticontaminación y de disimular emisiones que a veces eran hasta 40 veces superiores a los límites autorizados.