Así luce el modelo original.
Captura cadena KCCI
SANTIAGO.- El robo de autos es uno de los delitos más comunes en las distintas ciudades del mundo y de hecho muchos de esos vehículos nunca son recuperados por sus dueños. Ese era el temor que invadía al propietario de un exclusivo auto de colección de la década del 60 que fue sustraído en una pequeña localidad de Estados Unidos. No obstante, el acongojado propietario nunca tomó en consideración la torpeza del delincuente que creyó que "camuflando" el vehículo nunca seria atrapado.
Eso es lo que vivió en carne propia un ladrón en Marshalltown, una ciudad de solo 30 mil habitantes en el país del norte, que no encontró nada mejor que robar un exclusivo Ford GT40 réplica de 1966 al coleccionista Steve Salasek.
De color amarillo, el coche no pasaba desapercibido por las calles así que el acusado Patrick Allen Chamberlin decidió pintarlo de negro completo para que nadie notara su fechoría.
Ya con el “camuflaje” listo, Allen Chamberlin se paseó por las calles de Marshalltown cometiendo otros delitos arriba del potente auto con motor V8 de casi 5 litros. Fue así como comenzaron a llegar varias denuncias a la policía local la que no tardó mucho tiempo en hallar el exclusivo Ford GT40 y acusar al hombre por “cargos de robo, posesión y distribución de drogas. Además de varios delitos de seguridad vial”, según publica la cadena KCCI.
Mike Tupper, jefe de la policía del Condado de Marshall, explicó al mismo medio que “no fue difícil encontrar el auto. Probablemente es el único como este tanto del Condado como de toda la zona centro de Iowa. Además, el trabajo de pintura hacía aún más reconocible al coche”.
