SANTIAGO.- La guerra arancelaria que mantiene China y Estados Unidos sigue generando repercusiones y esta vez desató una polémica entre el Presidente Donald Trump y el gigante automovilístico Ford a raíz de la producción del modelo Focus Active de la marca estadounidense.
El fabricante tenía previsto importar el Focus Active desde China para su venta en Estados Unidos, pero hace poco anunció que los aranceles impuestos por Washington encarecían tanto el vehículo que se había visto obligado a cancelar sus planes.
A raíz de esto Trump publicó en Twitter que la empresa se vería obligada a fabricar el Focus Active en Estados Unidos por la imposición arancelaria.
Sin embargo, Ford respondió a los dichos de Trump negando que trasladará la producción del Active a Norteamérica. “No sería rentable producir el Focus Active en Estados Unidos dadas las perspectivas de ventas anuales de menos de 50.000 unidades y ser un segmento competitivo. Ford esta orgulloso de emplear más trabajadores en EE.UU. y producir más vehículos en EE.UU. que ningún otro fabricante”, indicó.
"Además, Ford está creciendo su gama de vehículos en EE.UU., incluida la introducción de nuevas camionetas, todocaminos, híbridos y vehículos eléctricos, y está comprometida a retornos de márgenes operativos del 10 % en Norteamérica", añadió el fabricante.
Esta polémica fue aprovechada por los medios de comunicación chinos para criticar la política proteccionista del Presidente estadounidense, quien hasta ahora no se ha referido al caso.
"China Daily" publicó en su editorial que Trump no ha apreciado "que no puede resistirse a las fuerzas del mercado" porque incluso con los aranceles, compañías como Ford o Apple "se tendrían que enfrentar a costes de producción mucho más elevados".