SANTIAGO.- En medio de agitadas semanas para Tesla por la investigación penal en contra de Elon Musk por su anuncio de la salida de la bolsa o las constantes complicaciones de producción del Model 3, la empresa recibió un espaldarazo de sus mismos clientes que se ofrecieron para repartir los vehículos que aún no han sido entregados debido a problemas de logística.
El inusual ofrecimiento nació después que una mujer de Utah, Estados Unidos, denunció a través de Twitter que la entrega de su Model 3 se había retrasado constantemente. “Hay 42 Tesla estacionados en Union Pacific Railroad. Mi auto es uno de ellos. Me habían dicho que la entrega era el 8, luego el 15, luego el 20, luego el 22, y ahora se ha retrasado por tiempo indefinido”, se quejó.
Ante los reclamos salió a responder el fundador de la empresa, Elon Musk, señalando que “lo sentimos, hemos pasado del infierno de la producción al infierno de la logística de entrega”.
No obstante, agregó, “este problema es mucho más manejable. Estamos haciendo un progreso rápido. Debería resolverse en breve”.
Fue en ese momento en que varios fanáticos de Tesla se ofrecieron para ayudar en la repartición de los autos de manera voluntaria, todo con el objetivo de tener su auto eléctrico en el menor tiempo posible.
Es más, los entusiastas amantes de Tesla también se mostraron dispuestos a entregar asesorías a los nuevos dueños de estos autos para enseñar su funcionamiento y sacarle el mejor provecho.
Este hecho generó sorpresa en los expertos internacionales que no se explican cómo una compañía millonaria se ve en la obligación de recibir ayuda de sus mismos clientes para solucionar sus problemas internos.