SANTIAGO.- El autódromo alemán de Nürburgring es mundialmente conocido por ser una pista donde está permitido casi todo y resulta difícil pensar que alguna acción, que no sea el manejar de forma imprudente, pueda significar la expulsión del recinto donde habitualmente corren autos de prueba, tanto de producción cómo de competición.
Pues bien, hace unos días quedó en evidencia que sí es posible ser expulsado del circuito y para eso solo basta tener un auto verdaderamente ruidoso.
Según registró el sitio CarsCoops, eso fue lo que ocurrió con el dueño de un Nissan GT-R que ha realizado tantas modificaciones al coche que ya no es legal conducirlo por vías públicas dada su potencia.
El auto tiene increíbles 760 caballos de fuerza y su sistema de escape produce un ruido tal que marcó 134 decibeles (db), es decir hace más ruido que un avión caza de combate en su despegue desde un portaaviones.
De hecho, El GT-R solo alcanzó a dar una vuelta al circuito denominado como “Green Hell” antes de ser retirado de la pista.
Al preguntar las razones, las autoridades del autódromo explicaron que el límite de emisiones de ruido en el complejo es de un máximo de 95 decibeles, 39 por debajo de las emisiones del auto.
A raíz de eso, el propietario de “sonoro” auto solo podrá volver a correrlo en el autódromo una vez que mejore su sistema de escape y reduzca sus emisiones de ruido.