SANTIAGO.- El arresto de Carlos Ghosn en Japón por presunta ocultación de ingresos amenaza el imperio automotor de Renault-Nissan-Mitsubishi, cuyo equilibrio reposaba en un solo hombre que ahora cayó de su pedestal.
El empresario, de 64 años, fue puesto bajo arresto en un centro de detención de Tokio, un día después de ser detenido cuando salía de su jet privado. Los diarios nipones hablaban de "la caída de un reformador carismático".
La fiscalía confirmó que estaba detenido por presunta ocultación de ingresos. Según un comunicado, Ghosn "conspiró para minimizar su retribución en cinco ocasiones entre junio de 2011 y junio de 2015".
En total se declararon al fisco 4.900 millones de yenes (unos 37 millones de euros al curso actual), pero Ghosn había ganado casi 10.000 millones de yenes en ese periodo, indicó la fiscalía.
Los apoyos a la alianza automotriz
La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi nació hace varios años y es una de las más importantes en la industria automotriz con miles de ventas anuales de los vehículos de las distintas marcas.
Es por eso que cuando Ghosn fue detenido, la prensa internacional aseguró que la coalición podría tambalear e incluso disolverse con el paso del tiempo.
Sin embargo, el grupo Renault aclaró que la empresa continúa con sus operaciones con "normalidad" y aseveró estar especialmente pendiente de que continúe la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi".
"Todos los procedimientos de gobierno están operativos, permitiendo al grupo Renault proseguir con el funcionamiento normal de su actividad industrial y comercial", dijo en un comunicado Renault, cuyo Consejo de Administración se reúne este martes.
Por otro lado Francia y Japón también reafirmaron su decidido apoyo a la alianza de las firmas automovilísticas Renault, Nissan y Mitsubishi.