BERLÍN.- El presidente de la junta directiva de Porsche, Oliver Blume, consideró que la discusión sobre las emisiones contaminantes y los fabricantes de automóviles es en parte exagerada y alertó del peligro que supone este conflicto para miles de puestos de trabajo en Alemania.
"Parte del debate actual sobre el automóvil es populista y poco objetivo", dijo el responsable del fabricante alemán de automóviles deportivos al dominical germano "Welt am Sonntag".
En su opinión, los valores de emisión de partículas finas, dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) se entremezclan en los análisis y en las discusiones sobre el tema, y "esto no es bueno para los clientes ni para el medio ambiente", declaró.
Sin embargo, el alto ejecutivo dijo que los fabricantes también deben ser conscientes de su responsabilidad e indicó que “debemos hacer todo lo posible para lograr avanzar aún más rápidamente en términos de sostenibilidad".
La asociación ecologista Deutsche Umwelthilfe (DUH) ha presentado una serie de demandas contra ciudades alemanas donde se sobrepasa el límite máximo de 40 microgramos de dióxido de nitrógeno (NO2) por metro cúbico de aire fijado por la Unión Europea (UE), que está en vigor desde 2010. Cantidades más elevadas pueden dañar las vías respiratorias, los ojos y causar problemas cardiovasculares y pulmonares.
Frente a esta situación, algunas ciudades como Berlín o Hamburgo ya han anunciado la prohibición de circular por algunas partes a vehículos diésel antiguos, considerados como altamente contaminantes.
En vista a esta ola de demandas Blume alertó: "No debemos demonizar a la industria automovilística alemana. Al final están en juego alrededor de una séptima parte de todos los puestos de trabajo en Alemania. Queremos seguir teniendo también un futuro como nación próspera. Eso no funcionará si cortamos la rama en la que estamos sentados".