SANTIAGO.- Si es fanático de la potencia americana y la deportividad italiana en los automóviles quizá esta noticia le interese ya que se anunció la subasta de uno de los deportivos más singulares conocido la última década ya que intentó combinar, para dolor de muchos puristas, el poderío de un Ford Mustang y la performance de un Lamborghini Gallardo.
Fue llamado Tractorri en honor a los orígenes de Lamborghini y se presentó por primera vez en el Sema Show de 2009 donde no dejó a nadie indiferente.
Este "Frankenstein" unió quizá a los dos deportivos más distintos que se puedan encontrar en el mercado, conjugando toda la mecánica del Gallardo con la carrocería del Mustang.
El auto, que tuvo un costo cercano a los 700 mil dólares (alrededor de 481 millones de pesos chilenos), fue idea del estadounidense John Haug de Cleveland, quien ahora ha decidido ponerlo en subasta al mejor postor durante el encuentro de Barret-Jackson que se realizará en enero próximo.
Difícil de describir
Basta con mirar al Tractorri para saber que no es un auto común. Su frontal es innegablemente el de un Mustang de 2007, ya que mantiene algunos elementos distintivos como las formas del muscle car y su gran capó con el frontal del deportivo americano. No obstante, debajo del capó no hay ningún motor, ya que este fue puesto en la parte posterior del auto tal como lo lleva el Gallardo, eliminando la maleta y los asientos traseros del Mustang.
De hecho, toda la mécanica de este auto proviene del deportivo italiano incluyendo el chasis, el motor V10 de 5.0 litros de aspiración natural y una caja de cambios automática de seis velocidades. La transmisión que reparte la fuerza a las cuatro ruedas también es original del Lamborghini e incorpora un sistema de levantamiento del tren delantero para evitar problemas en caminos difíciles.
Su interior también es irreconocible, ya que se eliminó el habitáculo del Mustang y se reemplazó por una configuración totalmente diferente y donde sobresalen los elementos sacados del deportivo italiano.
Los interesados deben saber que tiene menos de 4.200 kilómetros recorridos y que su subasta es sin reserva, jugada arriesgada donde su actual dueño apuesta al todo o nada.
