DETROIT.- La onda de choque mundial provocada por el movimiento #MeToo resuena en el salón del automóvil de Detroit, donde las marcas de autos recurren cada vez menos a modelos tradicionales para acompañar sus vehículos.
Aunque la mayoría de los modelos, hombres y mujeres, siguen teniendo las medidas de las revistas de moda y no se desprenden de su tradicional sonrisa, algo ha cambiado. Ahora conocen las particularidades y el contexto económico del auto al que acompañan y el salón ha puesto el acento en su diversidad física y étnica.
Encaramada sobre unos tacones bien altos, Priscilla Tejeda, una afroestadounidense hija de mecánico que mide alrededor de 1,80 metros, forma parte de las jóvenes que acompañan al nuevo Supra, un auto deportivo legendario de Toyota y una de las principales atracciones de esta edición.
Para la joven, que trabaja para la marca japonesa desde hace diez años, los modelos son el vínculo entre el concesionario y el consumidor. "Estamos aquí para ayudar a los consumidores a elegir su próximo vehículo y para ello les preguntamos, por ejemplo, sobre su estilo de vida", explica.
Salvo algunos comentarios sexistas, dice nunca haber sido acosada y reconoce un cambio de actitud en los últimos años, que se ha incrementado con el movimiento #MeToo.
"Probablemente el movimiento #MeToo ha disuadido a los consumidores de hacer comentarios obscenos", opina la joven.
"Se dirigen a nosotras de forma diferente. No hay comentarios del tipo ‘¿Vienes incluida con el auto?', '¿Qué haces después de la presentación?', '¿Cual es tu sitio favorito?'. Hacen directamente preguntas sobre el coche", señala la joven trabajadora.
Especialistas del automóvil
Uno de los símbolos de esta pequeña revolución, en una industria del automóvil que sigue estando dominada por hombres, es el cambio en la forma de designar a los modelos, que ahora se llaman "especialistas del automóvil".
"Conocemos el auto, no somos solo modelos", señala Emerson Niemchick, "especialista del automóvil" para Toyota y cuya mujer es especialista para la marca Lexus.
"La gente nos hace preguntas sobre mecánica. Somos comerciales sin ser comerciales", explica.
Emerson y Priscilla trabajan para la agencia de talentos estadounidense Productions Plus, una de las cinco grandes agencias que abastece a salones del automóvil de todo el país de "especialistas".
Solo en Detroit tiene desplegados a 300 de sus talentos, y en abril tendrá 500 en el salón de Nueva York.
Productions Plus contrata a sus funcionarios a través de una serie de pruebas "muy selectivas": los candidatos tienen que mandar un video de presentación en el que destaquen los méritos de un coche que elijan y luego son convocados a entrevistas con la agencia y con las marcas.
Si pasan esta fase, siguen una formación de un máximo de una semana durante la cual tienen que absorber toneladas de información sobre la empresa, sus modelos de autos y su cultura.
Esta formación termina con exámenes prácticos que incluyen trayectos en auto y en condiciones de conducción reales, y todos los meses tienen que actualizar la formación.
Cuando empiezan a trabajar, la remuneración oscila entre los 200 (134 mi. pesos aprox.) y los 1.000 dólares (668 mil pesos aprox.) al día, en función del grado de responsabilidad.
"Buscamos personas que sean capaces tanto de representar a la marca sobre un podio como de descender del podio para discutir con los consumidores", señala Hedy Popson, número dos de Productions Plus. "No excluimos a los modelos, pero no se trata de un trabajo de modelo", añade.
Exmodelo de salones del automóvil, Popson reconoce que muchos clientes siguen pidiendo modelos pero que "trabajamos con ellos para que también cambien de paradigma".