En el camino por seguir dotando a los vehículos de tecnología, Volvo anunció que incorporará en sus autos cámaras y sensores que detectarán cuando el conductor está bajo los efectos del alcohol y las drogas con el objetivo de reducir accidentes de tránsito.
Este nuevo sistema estará disponible a partir del 2020 y, según informó la compañía, los sensores monitorizarán al conductor, que si no responde a las señales de advertencia y corre el riesgo de sufrir un accidente será el propio automóvil el que intervenga, limitando la velocidad, alertando al servicio de asistencia de Volvo y, como último recurso, reduciendo la marcha de forma activa y estacionar el vehículo de un modo seguro.
De esta forma, cuando un conductor mire el celular o se distraiga en durante la marcha, el sistema comenzará su activación para evitar accidentes.
La introducción de las cámaras a principios de 2020 en todos los vehículos de Volvo comenzará en la próxima generación de modelos basados en la plataforma escalable SPA2 de la compañía.
Esto va en línea con el anuncio que realizó la empresa a principios de mes sobre limitar la velocidad máxima de todos sus vehículos a 180 kilómetros por hora a partir del próximo año para resaltar los peligros del exceso de velocidad.
¿Invasión de privacidad?
Pese a que el nuevo sistema de Volvo busca evitar accidentes en conducción, algunos críticos pusieron la voz de alerta en una posible invasión de la privacidad al interior del propio vehículo con las cámaras y sensores.
Sin embargo, la misma compañía salió a negar tales acusaciones señalando que con las cámaras, "Volvo pretende recopilar datos solo en la ambición de hacer que sus autos sean más seguros y solo los datos que se requieren para los sistemas", aseguró un vocero de la marca según The Verge.
De hecho añadió que "las cámaras no grabarán video y no se recopilarán datos sin el consentimiento del usuario. La configuración técnica exacta aún está por determinarse".