La familia de un ingeniero de software de la empresa Apple, que murió en 2018 después que su Tesla Model X se estrellara en una autopista del norte del estado de California, demandó al fabricante de automóviles eléctricos y lo acusó de ser responsable del fatal accidente.
La acción legal interpuesta en los tribunales del condado de Santa Clara indica que el sistema de navegación del piloto automático del coche falló mientras Walter Huang circulaba por la carretera 101, estrellándose contra un muro de protección cerca Mountain View en Silicon Valley.
La viuda de Huang, Sevonne Huang, y su familia también demandaron al Departamento de Transporte del estado por la presunta responsabilidad que les pueda caber en este fatal accidente.
La Patrulla de Carreteras de California dijo que Walter Huang viajaba hacia el sur en el carril de viaje compartido cuando el Tesla chocó contra una barrera de la autopista.
Para mala suerte del piloto, tras el choque el Tesla Model X se incendió generando graves lesiones al ingeniero que, pese a ser rescatado por un equipo de socorristas, falleció horas más tarde en el hospital.
El abogado de la familia, B. Mark Fong, dijo que están demandando a la automotriz de Elon Musk para ayudar a evitar que “esta tragedia les suceda a otros conductores que usan vehículos de Tesla”.
En la acción legal se sostiene que Tesla era consciente, o debería haber sido consciente, de que “el Model X probablemente causaría lesiones a sus ocupantes” al presentar problemas su sistema de piloto automático.
La demanda afirma que la compañía debería haber dado una advertencia a los consumidores o haber emitido un retiro del mercado por este problema.
La queja además afirma que el vehículo no tenía las características de seguridad adecuadas, incluidos los frenos de emergencia automáticos.
Si bien Tesla se negó a hacer comentarios sobre la demanda, días después del fatal accidente, ocurrido el 23 de marzo de 2018, publicó en un blog sus descargos y, en esa oportunidad, afirmó que el auto le dio a Huang una alerta audible y varias alertas visuales durante su viaje esa mañana.
Añade que según registros, el auto detectó que sus manos no estaban en el volante durante los seis segundos previos al accidente y que el conductor “tuvo unos cinco segundos y 150 metros” para reaccionar antes del impacto, “pero los registros del vehículo muestran que no se tomó ninguna medida".