Emilio Fernández es una de las promesas del automovilismo nacional y único chileno que participó en la categoría junior del WRC durante la temporada 2018. No obstante, sus pergaminos no fueron suficiente para evitar que viviera "un verdadero infierno", tal como él lo definió, tras protagonizar uno de los accidentes más llamativos de la jornada del viernes en el mundial de rally que se corre en Concepción.
El piloto tuvo un despiste cuando corría la segunda prueba espacial, en el tramo "El Puma 1", cuando chocó aparatosamente en una zona de puente quedando su auto algunos metros más debajo de la ruta.
Inmediatamente se activó un dispositivo de seguridad que movilizó un helicóptero para trasladar a su copiloto, Joaquín Riquelme, hasta un centro asistencial de la capital penquista donde quedó internado en observación como medida precautoria.
Mal rato
Hasta ahí todo normal en una competencia de estas características. No obstante, Fernández acusó que luego debió permanecer junto a su coche por cerca de 20 horas esperando que llegara una grúa que lo ayudara a sacar el coche del lugar donde estaba.
"Yo a las 11:00 de la mañana (del viernes) quedo botado, a Joaquín (Riquelme) se lo llevaron para revisar y yo me quedé con el auto pensando que después de la primera vuelta iba a llegar el rastrillo (auto de seguridad), llamarían una grúa, tomarían mi auto y me vendría para acá (Parque de asistencia) como habitualmente le pasa a todos los pilotos, pero a mí no. Me dejaron allá, se supone que estaba todo coordinado pero no pasó nada. Llegaron las 18:00 horas y no pasó nada, las 20:00 horas de la noche y nada, y así hasta hoy en la mañana", relata Fernández.
Tan solo esta mañana, añadió el deportista, "llegó una grúa que me sacó el auto y lo tuvimos que empujar arriba de nuestro carro para poder llegar acá".
"Fue un infierno para mí pasar toda la noche allá, menos mal me pude coordinar con mi equipo para que fueran al lugar del accidente y así pude dormir un par de horas en la camioneta esperando a que llegara una grúa para poder sacar el auto, la verdad que fue atroz (…) Yo estoy pagando para correr y también para que me retiren de la ruta (en caso de accidente). Eso es parte de la competencia y no me explico por qué pasó eso", aseguró el integrante del equipo Susaron.
Añadió que si el auto hubiese sido sacado en el momento oportuno podría haber sido llevado al Parque de Asistencia para reenganchar durante la jornada sabatina.
"Si hubiese llegado a las 21:00 horas de ayer yo tengo bastante tiempo para poder reparar el auto y poder seguir compitiendo, pero llegamos hoy a las 9:00 de la mañana. Fui el único auto que quedó botado durante todo el día, entonces no lo entiendo. Eso es lo que no me calza, dentro de todo mi auto no estaba tan abajo y no era difícil sacar. De hecho en un momento de la mañana del viernes tenía una grúa disponible para mí y me cambiaron para sacar otro vehículo, entonces no logro entenderlo", sentenció un frustrado Emilio Fernández.