Presidente del grupo FCA para Latinoamérica, Antonio Filosa.
El Mercurio
El grupo ítalo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) anunció que ampliará sus inversiones en una de sus fábricas de Brasil hasta alcanzar unos 2.100 millones de dólares en un plazo de cinco años (2024) y que estas nuevas instalaciones serán destinadas a la producción de nuevos motores turbo.
Esta información se da a conocer luego que la firma revelara previamente su decisión de destinar unos 124 millones de dólares para instalar una nueva unidad de motores y dotar a los nuevos propulsores con el sistema "flex", a fin de que puedan operar simultáneamente con etanol y gasolina.
La nueva línea de producción se levantará en el complejo de Betim, en el estado de Minas Gerais, en el sudeste de Brasil, donde ayer miércoles se realizó una ceremonia en la que participaron autoridades regionales y directivos de la compañía.
La nueva familia de motores turbo que serán producidos en Betim son los GSE T3 y T4 y el nuevo E4, este último de patente desarrollada en Brasil y que cuenta con una innovadora tecnología volcada apenas para la combustión de etanol, que, según FCA, "tendrá un papel fundamental en la expansión de su gama de vehículos en la región".
El presidente del grupo FCA para Latinoamérica, Antonio Filosa, dijo a los periodistas que la nueva línea de producción generará alrededor de 1.200 nuevos empleos entre directos e indirectos.
De acuerdo con el directivo, los propulsores tendrán como principal destino mercados de Latinoamérica, como el propio Brasil y Argentina, pero principalmente Europa, que ya tiene apalabrados con FCA "460.000 motores a exportar en los próximos años".
Según FCA, el complejo de Betim se transformará así "en el mayor polo productor de motores y transmisores de Latinoamérica", con una capacidad de producción de 1,3 millones de unidades por año a partir de 2020, que es la fecha prevista para el inicio de la fabricación de los nuevos motores turbo.
El primer ejecutivo de FCA, Mike Manley, dijo que FCA "siempre creyó en Brasil" y que ve "con gran optimismo" el empeño del Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro "en aprobar las reformas estructurales tan necesarias para la retomada del crecimiento económico y para la mejora de la competitividad".