Un total de 17 importantes marcas de la industria automotriz mundial que tienen presencia en Estados Unidos se unieron para enviar una carta al presidente Donald Trump en donde le solicitan no seguir adelante con su plan de reducción de los estándares de emisiones que se aplican en el país.
A juicio de los fabricantes -entre los que se cuentan los gigantes Ford, General Motors, Toyota y Volkswagen, entre otros- los planes del mandatario estadounidense amenazan con reducir sus ganancias y producir un desequilibrio “insostenible” en un sector manufacturero crucial.
El objetivo de Trump es eliminar las estrictas regulaciones de contaminación automovilística que fueron acordadas durante la administración de Barak Obama y que disponen, entre otras medidas, una reducción del 5% anual de emisiones. Al respecto el mandatario estadounidense dijo ser partidario de congelar las regulaciones que se aplicarán en 2020 hasta 2026.
Esta decisión, a juicio de las empresas, puede hacer aún más complejo un escenario que ya es difícil para la industria automotriz.
Recordaron que actualmente el estado de California tiene estándares mucho más estrictos que los quiere congelar Trump y que además lidera a otros 16 estados en una demanda contra la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. por el retroceso que implican los plantes del ejecutivo.
De ahí que las empresas automotrices llamaron a las partes involucradas para alcanzar un acuerdo “a medio camino” y evitar la existencia de dos conjuntos de reglas radicalmente diferentes.
De hecho, los mismos fabricantes de automóviles también han enviado una carta al gobernador de California, Gavin Newsom, alegando que quieren una "regla final respaldada por todas las partes, incluida California".