La start up Kitty Hawk, financiada por el cofundador de Google, Larry Page, dio un nuevo paso en su sueño de comercializar autos voladores y anunció un acuerdo con Boeing para desarrollar este tipo de vehículos.
La compañía actualmente trabaja en distintos modelos como el monoplaza Flyer y el biplaza Cora. Este último está pensado para que sea un servicio de transporte privado completamente eléctrico, autónomo y capaz de despegar y aterrizar de manera vertical y es ahí donde Boeing entraría a jugar un rol fundamental.
Aunque por el momento se desconoce la forma en la que Boeing aportará al desarrollo de Cora, medios internacionales aseguran que la compañía será clave a la hora de dotar al vehículo del sistema de pilotaje a distancia.
"La compañía se centra en formas para que las naves autónomas y controladas compartan el espacio aéreo de manera segura", publicó el medio The Verge.
Cora tendría la capacidad para dos pasajeros, podría despegar en espacios reducidos y lograría alcanzar los 150 kilómetros por hora y recorrer 100 kilómetros antes de descender.