En la industria automotriz, Ferrari es una de las marcas que cuenta con uno de los catálogos más exclusivos e icónicos de todos los tiempos con modelos como el F40 o LaFerrari. Sin embargo, dentro de esa selección de lujo el 250 GTO es sin duda uno de los coches más influyentes de toda la historia al punto que el año pasado una de esas unidades se negoció a un valor de 45 millones de dólares, convirtiéndose en el auto más caro jamás vendido en una subasta pública.
Tomando en cuenta esos antecedentes es que una empresa de Módena, Italia, anunció hace un tiempo su intención de producir 250 réplicas del GTO. La noticia no cayó nada de bien en Ferrari que decidió tomar cartas en el asunto y acudió a la justicia para evitar que su coche fuese imitado.
Fue así como un tribunal italiano dirimió a favor del gigante automotriz y reconoció al 250 GTO como una “obra de arte original”, según publicó el diario británico The Telegraph, por lo que su reproducción quedó totalmente prohibida.
"La personalización de las líneas del automóvil y sus elementos estéticos han hecho que el 250 GTO sea único, un verdadero ícono del automóvil", dice el dictamen.
Es así que, según el tribunal, la comercialización y promoción del modelo, del que originalmente se fabricaron solo 36 unidades, queda únicamente en manos de Ferrari.
"Es la primera vez en Italia que un automóvil ha sido reconocido como una obra de arte (...) No es solo su belleza lo que lo hace especial, también tiene una larga historia de carreras", dijo un portavoz de Ferrari al citado medio.