Elon Musk viene hablando desde hace varios años de la segunda generación del Tesla Roadster, vehículo que quiere convertir en el “más rápido de la Tierra” y para lo cual pretende dotarlo de la mejor tecnología que posee.
Así al menos lo adelantó el magnate en redes sociales donde dejó entrever que su nuevo modelo, que debería entrar a producción el próximo año, podría llegar equipado con propulsores asociados a su paquete SpaceX.
El objetivo es lograr que el Roadster de segunda generación alcance los 100 kilómetros por hora en solo 1,9 segundos y supere los 400 km/h, convirtiéndose en uno de los coches eléctricos más veloces que existen en la actualidad.
Estos propulsores a gas en frío serán “sutiles”, según explicó Elon Musk en Twitter, y estarán “ocultos detrás de la matrícula” para no irrumpir en el diseño del futuro Roadster.
Estos propulsores equivalen a “pequeños motores de cohetes”, publicó el medio Electrek, los que le permitirían al vehículo mejorar su aceleración y velocidad máxima, dos cosas que Elon Musk quiere potenciar en la nueva generación de su icónico auto.
Así las cosas, solo basta esperar para saber si el magnate volverá a sorprender en el segmento de los vehículos cero emisiones.