50 años de la llegada del hombre a la Luna: Así era el primer vehículo de cuatro ruedas que recorrió el satélite natural
Este 20 de julio se celebró medio siglo de la llegada del hombre a la Luna. No obstante, el primer “auto lunar” entró en operaciones recién en agosto de 1971 con la misión del Apolo 15.
21 de Julio de 2019 | 22:12 | Por Carlos Valdés
El Mercurio
Ayer sábado 20 de julio se cumplieron 50 años de la llegada del hombre a la Luna y si bien durante esa misión no se desplegó ningún vehículo para recorrer el suelo del satélite natural, se tomo conciencia de lo importante que sería tener uno para cumplir las futuras misiones dispuestas en el cuerpo celeste.
Fue así como el 31 agosto de 1971 la misión del Apolo 15 aterrizó en el suelo lunar llevando consigo el Lunar Rover Vehicle (LRV) considerado como el primer vehículo de cuatro ruedas en recorrer el agreste paisaje bajo el mando del astronauta David R. Scott, comandante de la operación de la NASA.
El “todoterreno” fue pensado, diseñado y construido para dar más alcance a los astronautas y facilitar las tareas que debían realizar en el satélite y que básicamente apuntaban a investigar la zona y tomar muestras de la superficie lunar.
(Misión Apolo 15 - Lunar Rover Vehicle)
Para poder cumplir con ese objetivo la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA) encomendó a las empresas Boeing y General Motors la creación del vehículo que transportaría a los astronautas.
Entre las restricciones que tenían los encargados del proyecto estaba el hecho que el vehículo tenía que poder ser empaquetado en un compartimento de 90 x 150 x 170 centímetros que tenía la nave de alunizaje y que debía ser propulsado por electricidad.
El resultado no podía ser mejor para aquellos años, el Lunar Rover Vehicle ya desplegado tenía 3,10 metros de longitud, 1,80 metros de ancho y un peso de 181 kilos. Su velocidad promedio era de 3 a 4 km/h y una aceleración máxima cercana a los 14 km/h.
El LRV era alimentado con una batería que accionaba un motor de 200 W en cada rueda y ofrecía tracción independiente y una autonomía de 180 kilómetros o 78 horas de uso durante el día lunar.
(Misión Apolo 17 - Lunar Rover Vehicle 3)
Pese a dichos rangos, la orden de la Tierra fue que el “auto lunar” no podía alejarse a más de 9,6 kilómetros del módulo lunar del Apolo 15, toda vez que esa era la distancia máxima que un astronauta podía recorrer a pie tomando como punto de partida o llegada la nave.
Años después de realizada la misión, integrantes del equipo que trabajó en el proyecto Lunar Rover Vehicle reconocieron que durante la construcción de este los principales problemas fueron cómo adaptarlo a las duras condiciones del espacio y el irregular terreno lunar.
Explicaron que la geografía, la gravedad, la fisionomía del suelo y la temperatura fueron algunos de los cientos de factores que tuvieron que tener en consideración durante el proceso de creación de este histórico vehículo.
Una vez que la misión Apolo 15 finalizó y sus integrantes regresaron a la Tierra indicaron que el coche espacial fue un rotundo éxito realizando varias misiones en el cuerpo celeste, las que acumularon alrededor de 28 kilómetros recorridos.
Además facilitó considerablemente el trabajo de su piloto David Scott, además de ayudar a transportar 76 kilos de piedras lunares que fueron traídos a la Tierra.
Tal fue el éxito de este vehículo que entró a los libros de historia y, de paso, la NASA ordenó la construcción de otras dos unidades que fueron usadas en los viajes del Apolo 16 y Apolo 17.
Mira el video del despliegue del Lunar Rover en la misión del Apolo 15