Los especialistas lo definen como el primer muscle cars oficial de Estados Unidos. Nació luego que la automotriz decidiera hacer una versión más rápida y poderosa del Pontiac Tempest. Para alcanzar ese objetivo se utilizó por primera vez en este tipo de carrocería (A) un motor V8 de 6.3 litros que hasta ese momento solo venía en coches de mayores dimensiones.
Pontiac lanzó la placa de identificación GTO como un paquete opcional en el Tempest Le Mans en 1964. El ocho cilindros ofrecía 329 caballos de potencia cuando estaba equipado con un solo carburador de cuatro barriles o 348 caballos cuando tenía carburadores de dos barriles.
Aunque no muchos lo saben, este automóvil no fue pensado para ser “musculoso” y su aparición en el mercado creo el segmento de los autos “pony” que luego sumó a un integrante de fuste como el Chevrolet Camaro.
No obstante, Carroll Shelby le dio al Mustang la musculatura necesaria para ser considerado un muscle car. El GT350, el primer Mustang trabajado por Shelby, llegó en 1965 con una potencia de 306 caballos bajo el capó. El GT500, introducido dos años después, se benefició de un motor V8 de 7.0 litros derivado de la unidad utilizada por el GT40 ganador de las 24 Horas de Le Mans.
Dodge rediseñó este auto en 1968 para diferenciarlo aún más de la menos poderosa Coronet. Los estilistas modificaron la línea del techo y agregaron focos traseros redondos. Los cambios hicieron que el Charger fuera uno de los autos musculosos más contemporáneos de su era.
El Charger básico costaba 3.014 dólares, aproximadamente 21.000 dólares en la actualidad. En esos años, quienes deseaban tener el Charger R/T de alto rendimiento debía pagar un extra de 466 dólares, equivalentes a 3.300 dólares de hoy. Este auto venía con un motor V8 de 7.2 litros que erogaba 375 caballos de potencia, además de una transmisión automática de tres velocidades más componentes de suspensión y freno mejorados.La popularidad que tenían por esos años los muscle cars ayudó para que Dodge vendiera en 1968 un total de 96.100 unidades del Charger.
Los últimos años de la década del 60 fueron fructíferos para felicidad de los fanáticos de los autos musculosos, aún cuando estos coches tuvieron una fuerte alza en su valor debido a los constantes incrementos en la potencia de sus motores. Plymouth vio la oportunidad de construir un modelo de precio medio llamado Road Runner (Correcaminos) ubicado entre el Belvedere y el Satellite, sus dos autos intermedios. Era una alternativa al GTX para compradores con un presupuesto limitado.
El Road Runner utilizó un motor V8 de 6.2 litros y 335 caballos de potencia. Plymouth ofreció además un V8 más grande de 425 caballos de potencia por 714 dólares adicionales al precio base, alcanzando un valor final de 4.114 dólares. Cuenta la historia que todos los modelos de Road Runner venían con bocinas dobles, específicas para cada modelo, que imitaban al plumífero personaje de los dibujos animados.
Por esos años, Dodge tenía el lema "ganar el domingo, vender el lunes". De ahí que creó el Charger Daytona en 1969 y cuya única misión era aplastar a su competencia en las carreras de NASCAR. Para eso, modificaron el diseño del Charger original y le dieron una figura más aerodinámica. Además agregaron una notoria extensión (tipo nariz) en su frente, una ventana trasera empotrada y un enorme alerón de alrededor de 59 cm. de altura sobre la tapa del maletero.
La inversión dio sus frutos. El Charger Daytona se convirtió en el primer auto en romper la barrera de los 320 km/h. durante una carrera de NASCAR. La compañía hermana Plymouth siguió una fórmula similar para convertir el Road Runner en el Superbird. A poco andar, los oficiales de la competencia cambiaron las reglas para prohibir estos dos modelos que fueron llamados Winged Warriors.
Chevrolet le dio al Chevelle un diseño más definido para 1970. Tan variado como siempre, el catálogo de este modelo incluía un sedán de cuatro puertas, un techo rígido de cuatro puertas, una camioneta, un convertible y un coupé. Precisamente este último despertó el interés de los entusiastas, especialmente cuando el auto tenía un emblema de las SS en la parrilla.
Esta versión nació cuando la empresa matriz, General Motors, levantó la restricción de desplazamiento de su motor en 1970. Esto permitió aumentar la potencia del coche gracias a un bloque V8 que permitía al Chevelle coupé mantenerse en condiciones iguales a sus rivales en la guerra de los caballos de fuerza. El Chevelle se benefició enormemente de esta decisión. El modelo SS 454, a veces llamado el rey de los autos pesados, usaba un V8 de 7.4 litros y 360 caballos de potencia.
Oldsmobile también se vio enormemente beneficiada cuando General Motors levantó su restricción a los desplazamientos de motores. Fue así como apostó en grande y definió que el V8 de 7.3 litros sería el bloque estándar en el 4-4-2, lo que permitió que cualquiera que tuviera 3.376 dólares (21.500 dólares en la actualidad) podía acceder a un coche con increíbles 365 caballos de potencia.
Dodge presentó el Coronet Super Bee en 1968 como un auto de alto rendimiento orientado al presupuesto del cliente y rival directo del Plymouth Road Runner. En esos años, Chrysler era dueño de los dos fabricantes de automóviles, pero alentaba una competencia interna amistosa.
En 1971 los modelos Charger Super Bee incluyeron un V8 Magnum 383 (6.276cc) con un solo carburador de cuatro bocas y 300 caballos de potencia a su oferta de motores. Ese año los clientes también tenían como opción los propulsores 440 Six Pack y el 426 Hemi. Solo se vendieron 22 unidades con motor Hemi, nueve con cuatro velocidades y trece con la caja automática Torqueflite.
Ford separó el Torino del Fairlane en 1970. Los modelos llamados Cobra y GT, respectivamente, ocuparon los dos primeros lugares en la jerarquía recientemente establecida.
El Cobra fue el campeón de rendimiento gracias a un motor V8 de 360 caballos, ruedas de 7 pulgadas de ancho y una capucha negra con una primicia funcional. Ford vendió 7675 ejemplares del Torino Cobra en 1970 y 3054 al año siguiente.
La versión más deportiva de este modelo fue llamada Cuda BS Hemi 426. Tenía un motor V8 Hemi de Chrysler con 425 caballos de fuerza bajo el capó, posicionándolo como uno de los más espectaculares “muscle cars” de su época. El modelo Cuda fue lanzado en versiones cupé y convertible, para competir de frente con el Mustang, el Camaro y el Challenger, lo cual se logró con gran éxito.
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