Para un ojo inexperto este auto podría pasar como una pila de fierros sin mucho valor, salvo como chatarra, pero la verdad es que se trata de una de las pocas unidades existentes del legendario Maserati 5000 GT, un deportivo revolucionario para su época y que nació a petición del Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, quien quería algo exclusivo y muy rápido.
Es tan extraño este modelo que estos oxidados fierros fueron vendidos hace unos días por la prestigiosa casa de subastas RM Sotheby’s por 533 mil dólares, es decir unos 384 millones de pesos chilenos, aún cuando el coche estuvo literalmente botado en el desierto por varias décadas y le faltan muchas piezas originales.
No obstante, su historia es tan particular que bien vale la pena su valor para los adinerados coleccionistas de autos antiguos.
Historia como pocas
Corría 1957 cuando el fabricante de vehículos italianos Maserati presentó en sociedad el 3500 GT, un deportivo coupé calificado como unos de los coches más bellos y elegantes que la industria automotriz ha dado toda su historia.
El vehículo se robó inmediatamente la atención y se transformó en el sueño de muchos. No obstante, el Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, consideraba que el deportivo no era suficiente para sus expectativas, ya que deseaba tener algo más exclusivo y veloz.
Fue así como el monarca le pidió a Maserati desarrollar una versión más potente que 3500 GT, ya que consideraba que el motor de 6 cilindros en línea de 3.5 litros era muy poca cosa y “sugirió” ponerle el motor V8 que tenía el 450S creado solo para competición.
Como el factor económico no era un problema, Maserati designó al ingeniero Giulio Alfieri tomar el proyecto y reforzar la carrocería del 3500 GT para que este pudiera acoger uno de los motores del 450S que no habían sido usado en las competencias de velocidad.
Esta exclusiva y poderosa versión del 3500 GT fue bautizada como 5000 GT y fue presentada públicamente en noviembre de 1959durante el Salón del Automóvil de Turín.
Al poco tiempo Maserati construyó dos nuevas unidades de este deportivo con la misma configuración mecánica. Al paso del tiempo se hicieron algunos ajustes y se rediseñó la configuración del motor para hacerlo más dócil durante la conducción.
Se construyeron 31 ejemplares más con estas nuevas especificaciones para alcanzar un total de 34 Maserati 5000 GT, número entendible para aquellos años considerando su alto costo, casi el doble que el 3500 GT, y su calificación de auto de primera categoría propio del Sha de Persia y comparable solo a algunos modelos de Ferrari como el Superamerica.
Eso hizo que llamara la atención de adinerados y famosos hombres de aquellos años como del aristócrata italiano y nieto del fundador de FIAT, Gianni Agnelli quien se empeñó en tener uno de los 34 coches construidos.
El auto subastado
El auto ahora subastado por RM Sotheby’s se terminó de fabricar en 1961 y tiene el código AM103 018 en su chasis, lo que lo convierte en la novena unidad construida por Maserati, con la particularidad que fue la única hecha por el carrocero Ghia a petición de Ferdinando Innocenti, un millonario empresario italiano cuyas fábricas fueron destruidas en la Segunda Guerra Mundial.
Antes que este ejemplar fuera entregado al empresario, fue prestada por algunas horas a Bernard Cahier periodista y editor de la publicación Sports Car Graphic, quien tras dar un paseo en el coche relató a sus lectores: "Nos encontramos pegados a nuestros asientos por la tremenda aceleración que solo se encuentra en los autos de carrera (...) He conducido muchos autos rápidos antes, pero nunca sentí tanta potencia llegando tan rápido", sentenció el especialista.
Al tiempo, el empresario Innocenti vendió el automóvil que pasó de mano en mano en Italia hasta que fue vendido a alguien de Arabia Saudita donde se le perdió la pista.
En 1970 el auto fue adquirido por Rubayan Alrubayan, un fanático de los autos, quien sin tener muy claro qué auto había comprado lo estacionó frente a su propiedad donde pasó los 50 años siguientes a merced de las inclemencias naturales propias de la zona y uno que otro acto de vandalismo.
Ya muerto Alrubayan, su familia decidió proteger el coche y detener su descomposición. En uno de sus costados incluso se puede ver cómo las autoridades lo catalogaron como "abandonado" para su retiro y destrucción.
Ahora y después de estar a su suerte por casi medio siglo este Maserati 5000 GT con apenas 15.561 kilómetros recorridos cae en manos de alguien que está dispuesto a seguir gastando dinero para devolverlo a sus tiempos de gloria.